Reformar la casa
-Nos gusta ver en la tele en Divinity, unos programas en el que un arquitecto y un
diseñador de interiores, hermanos mellizos
transforman cualquier casa por vieja y fea que sea en la casa de tus
sueños.
-Es divertido ver con la facilidad que se cargan
los tabiques separadores y dejan unos espacios enormes diáfanos donde la cocina y el salón comedor se integran sin que ninguno de ellos invada el espacio del
otro.
- Estos hermanos arreglan la casa de unos clientes para
venderla y comprarse otra mejor, aunque a veces al verla tan bonita, deciden
quedarse con la suya reformada.
- Otras veces compran una casa vieja o en mal
estado, la arreglan y la vuelven a vender más cara.
-Después de ver estas transformaciones, nos entran
ganas de arreglar nuestra casa , porque te dan muchas ideas fáciles y
originales.
- La diferencia es que ellos parten de espacios
diáfanos y de armarios vacíos, y nosotros como os sucederá a la mayoría,
tenemos muchísimas cosas y los armarios llenos de ropa.
-Ordenar para uno mismo es muy difícil, porque te
da mucha pena tirar tu ropa y tus complementos, en cambio cuando ordenas para otros, no tienes
problema en hacerlo en un momento, porque no te une con las cosas ningún vínculo
emocional.
-Al final
volveremos a leer el libro de “la magia del orden” que nos da
herramientas para ordenar la casa y también la vida.
-Lo difícil es seguir sus instrucciones, porque la
autora sostiene que hay que ordenar cada vez una cosa, pero de toda la casa,
así que si empiezas por la ropa, tendrás que sacar toda la ropa de todos los
armarios de la casa y ponerla encima de las camas. Nosotras lo hemos hecho pero vaciando los armarios de una sola habitación cada vez.
-Buenas noches.