"SI NO TIENES LO QUE TE GUSTA, HAZ QUE TE GUSTE LO QUE TIENES"
De tí depende que tu vida sea feliz,debes escoger tus ingredientes.


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martes, 27 de agosto de 2019

"Todos Tenemos Un Sueño"





He estado ordenando  mis libros, y releyendo uno de mis favoritos . “Chocolate caliente para el alma” de Jack Canfield y Mark Hansen( 90 historias de la vida real, editado en el año 1995) y me he encontrado con un precioso texto de Virginia Satir  que quiero compartir con vosotros, por lo actual y práctico que me ha parecido.

-Virginia Satir,  era asistente social y solicitó un puesto para dar charlas a un grupo de personas de distintas razas y con diferentes tipos de familias que solo tenían en común el hecho de que todos vivían de la ayuda social.

- La  concedieron algo de dinero y un gran salón para reunirlas todos los  viernes, durante 3 horas.

-En la primera reunión, después de presentarse a ellos y  saludarles, les dijo que tenía mucho interés en conocer sus sueños, porque todos sin excepción, tenemos un sueño….

-Algunos  contestaron enfadados, que ellos no tenían ningún sueño.

-Una mujer gritó:-¡ que  sueño voy a tener si a mis hijos se les comen las ratas!; a lo que ella contestó:

-Entiendo perfectamente tu preocupación,  ¿qué se te ocurre que puedes hacer al respecto?.

-Podría usar un nuevo tejido en mi puerta para que no entraran, porque está lleno de agujeros.

-¿Hay alguien aquí que sepa poner una buena  malla metálica en la puerta? , preguntó al grupo.

-Hace mucho tiempo, yo me dedicaba a eso, y aunque ahora tengo mal la espalda, podría intentarlo, contestó un hombre.

-Le dijo que sí, y dándole algo de dinero , le envié a la tienda a comprar lo necesario.

-A la semana siguiente , cuando el grupo ya estaba reunido, pregunté a la mujer: ¿ qué tal va todo. ¿Se solucionó el problema de la puerta?

-¡Oh, sí, dijo muy sonriente; entonces,¿empecemos a soñar! ¿no?.

-La señora la dirigió una especie de sonrisa.

-¿Cómo te sientes?, preguntó Virginia al hombre que  había arreglado la puerta.

-Bien, ha sido algo muy divertido y gratificante para mí, respondió sonriente.

-Estos fueron los primeros pasos que permitió a este grupo de gente desesperanzada empezar a  pensar en que  las cosas podían mejorar.

-Empezó a preguntar a los demás. Una señora dijo que su sueño de siempre había sido ser secretaria, y al preguntarle por qué no  había estudiado, respondió que tenía 6 hijos y no tenía con quien dejarles durante las clases en la Escuela Municipal.

-Otra señora levantó la mano y dijo que ella también tenía hijos, y que si se los llevaba a su casa, les cuidaría durante las clases y así surgieron un montón de soluciones….

-En 12 semanas, estas 12 personas dejaron de depender de la Beneficencia, empezaron a ganarse la vida y recuperaron su autoestima y su dignidad perdida.

-Cada uno encontró algo:
-El hombre que arregló la puerta , se colocó haciendo trabajos manuales.

-La señora que cuidó los niños, obtuvo su licencia de cuidadora infantil.

-La secretaria , se colocó en una oficina, y todo gracias a que alguien les recordó que siempre hay una manera para conseguir nuestros sueños.


-Buenas noches.


martes, 19 de mayo de 2015

"Todos tenemos un sueño"





 La famosa psicoterapeuta, y trabajadora social, Virginia Satir(1916- 1988), fue un verano  a un pueblo del Sur de los Estados Unidos,  contratada  por el Área de Servicios Sociales.

- Pidió que invitaran  a un grupo de personas que tuvieran como único ingreso el cheque de Servicios Sociales, y que les reuniría todos los viernes.

-Pidió también una cierta cantidad de dinero en efectivo para poder afrontar una serie de gastos.

-Tenía muchísima ilusión, porque llevaba preparada una conferencia muy brillante con la que siempre tenía el éxito asegurado, y quería demostrarse que ese público, a pesar de no ser como el que solía acudir a sus charlas , también reaccionaria positivamente ante sus mensajes de amor, positivismo, solidaridad y esperanza, y que cualquiera bien aconsejado,  es capaz de autoabastecerse.

-Los asistentes eran 12 personas de distintos grupos raciales, de distintas edades, con familias diferentes y  el único nexo que aparentemente les unía, es que todos dependían  de la ayuda social.

-Lo primero que dijo al auditorio, después de saludarles y presentarse fue:

-Me gustaría conocer sus sueños.

- Un hombre demacrado, se levantó y le dijo. ¿Sueños?, nosotros no podemos tener sueños.

-Todo el auditorio,. Se quedó mirándole como si estuviese chiflada.

-De niño tendrías algún sueño, seguramente, habría alguna cosa que te gustaba hacer?.

-Una mujer se levanto, y gritó. ¿Para qué sirven los sueños cuando vives rodeado de ratas, que incluso se  pueden  comer a tus hijos?.

-¿Y qué harías tu, si pudieras para defender a tus hijos de las ratas?

-Pondría  en mi puerta, que está llena de agujeros un nuevo tejido….

-Virginia preguntó mirando al auditorio: ¿hay alguien aquí que sepa arreglar esa puerta?

-Un hombre se levantó, y dijo que hacía tiempo que él  era muy habilidoso , y, sabía arreglar esas cosas, y, que aunque ahora tenía mal la espalda, lo intentaría.

-Yo tengo algo de dinero, y le daré lo necesario para que compre lo que necesite, contestó Virginia, así que manos a la obra.


-Al siguiente viernes, la señora les dijo que ya le había arreglado la puerta.

-Entonces, dijo al hombre que había hecho el arreglo.

 ¡Empecemos a soñar!.. ¿Cómo te sientes?

-El hombre, se levantó sonriente, y dijo que se sentía muchísimo mejor, y eso hizo que bajara la tensión en el grupo, porque empezaban a pensar que las cosas podían cambiar.

-Otra señora se levantó, y les confesó que siempre había soñado con ser secretaria.

-¿Qué te lo impide, dijo Virginia?

-Tengo 6 hijos, y no tengo quien los cuide cuando yo no estoy.

-Entonces preguntó en voz alta: ¿Hay alguien que pudiera quedarse con los niños un par de veces en semana, mientras esta señora va a las
clases de secretariado a la Escuela Municipal?

-Otra señora se ofreció a hacerlo, porque le gustaban mucho los niños, a pesar de que ella también tenía hijos.
-Así que poco a poco, el hombre de la puerta se colocó haciendo arreglos, la madre de secretaria, la cuidadora de niños, obtuvo su licencia, y en doce semanas, los doce asistentes al curso, estaban fuera de la asistencia pública.

-Es una historia que nos hace pensar que la unión hace la fuerza.


-Buenas noches