"SI NO TIENES LO QUE TE GUSTA, HAZ QUE TE GUSTE LO QUE TIENES"
De tí depende que tu vida sea feliz,debes escoger tus ingredientes.


martes, 19 de mayo de 2015

"Todos tenemos un sueño"





 La famosa psicoterapeuta, y trabajadora social, Virginia Satir(1916- 1988), fue un verano  a un pueblo del Sur de los Estados Unidos,  contratada  por el Área de Servicios Sociales.

- Pidió que invitaran  a un grupo de personas que tuvieran como único ingreso el cheque de Servicios Sociales, y que les reuniría todos los viernes.

-Pidió también una cierta cantidad de dinero en efectivo para poder afrontar una serie de gastos.

-Tenía muchísima ilusión, porque llevaba preparada una conferencia muy brillante con la que siempre tenía el éxito asegurado, y quería demostrarse que ese público, a pesar de no ser como el que solía acudir a sus charlas , también reaccionaria positivamente ante sus mensajes de amor, positivismo, solidaridad y esperanza, y que cualquiera bien aconsejado,  es capaz de autoabastecerse.

-Los asistentes eran 12 personas de distintos grupos raciales, de distintas edades, con familias diferentes y  el único nexo que aparentemente les unía, es que todos dependían  de la ayuda social.

-Lo primero que dijo al auditorio, después de saludarles y presentarse fue:

-Me gustaría conocer sus sueños.

- Un hombre demacrado, se levantó y le dijo. ¿Sueños?, nosotros no podemos tener sueños.

-Todo el auditorio,. Se quedó mirándole como si estuviese chiflada.

-De niño tendrías algún sueño, seguramente, habría alguna cosa que te gustaba hacer?.

-Una mujer se levanto, y gritó. ¿Para qué sirven los sueños cuando vives rodeado de ratas, que incluso se  pueden  comer a tus hijos?.

-¿Y qué harías tu, si pudieras para defender a tus hijos de las ratas?

-Pondría  en mi puerta, que está llena de agujeros un nuevo tejido….

-Virginia preguntó mirando al auditorio: ¿hay alguien aquí que sepa arreglar esa puerta?

-Un hombre se levantó, y dijo que hacía tiempo que él  era muy habilidoso , y, sabía arreglar esas cosas, y, que aunque ahora tenía mal la espalda, lo intentaría.

-Yo tengo algo de dinero, y le daré lo necesario para que compre lo que necesite, contestó Virginia, así que manos a la obra.


-Al siguiente viernes, la señora les dijo que ya le había arreglado la puerta.

-Entonces, dijo al hombre que había hecho el arreglo.

 ¡Empecemos a soñar!.. ¿Cómo te sientes?

-El hombre, se levantó sonriente, y dijo que se sentía muchísimo mejor, y eso hizo que bajara la tensión en el grupo, porque empezaban a pensar que las cosas podían cambiar.

-Otra señora se levantó, y les confesó que siempre había soñado con ser secretaria.

-¿Qué te lo impide, dijo Virginia?

-Tengo 6 hijos, y no tengo quien los cuide cuando yo no estoy.

-Entonces preguntó en voz alta: ¿Hay alguien que pudiera quedarse con los niños un par de veces en semana, mientras esta señora va a las
clases de secretariado a la Escuela Municipal?

-Otra señora se ofreció a hacerlo, porque le gustaban mucho los niños, a pesar de que ella también tenía hijos.
-Así que poco a poco, el hombre de la puerta se colocó haciendo arreglos, la madre de secretaria, la cuidadora de niños, obtuvo su licencia, y en doce semanas, los doce asistentes al curso, estaban fuera de la asistencia pública.

-Es una historia que nos hace pensar que la unión hace la fuerza.


-Buenas noches