Hace muchos años, vivía en una pequeña y hermosa ciudad un anciano rey al que todos adoraban
Y en el que confiaban.
-Todo el reino era próspero y feliz gracias a su
magnífica manera de cuidarles,
dirigirles , respetarles y quererles, así que todos y cada uno de sus súbditos
le querían como a un padre y harían cualquier cosa por el si fuera necesario.
-Un día , la ciudad amaneció triste porque el rey estaba enfermo y
no había manera de curar su enfermedad.
-Consultaron a distintos médicos famosos y todos
coincidieron en afirmar que no había cura para ese terrible mal.
-En tan solo dos semanas había empeorado tanto
que iba a morir de un momento a otro.
-Un día llegó un extraño médico que afirmó saber
la cura para su monarca , aunque no creía que pudieran conseguirlo, porque
estaba hechizado y solo podrían curarle dos hechiceros.
-Uno era Merlín , el poderoso mago
que estaba muy lejos, y el otro la bruja de la Montaña , que nunca querría ir
a curar a un rey que la había expulsado de su reino años atrás.
-El más valiente y apuesto de sus caballeros , salió al galope de su caballo en busca de la
montaña de la Bruja Malvada y no paró
hasta llegar al espantoso castillo.
- La
horrorosa bruja de nariz prominente, manos ganchudas y cara malvada que helaba
la sangre y tenía fama de hervir a la
gente en su propia sangre antes de comérselos, salió indignada a recibirle
diciéndole.
-¿ Cómo te atreves a venir a molestarme¿
-Te voy a convertir en sapo o en algo peor por
tu atrevimiento, le gritó mirándole con sus ojos de hielo, su nariz ganchuda,
sus dientes negros y su sonrisa tétrica.
-¡Tienes que curar al rey, contestó el valiente muchacho, porque me han
dicho que solo tú puedes hacerlo!
-La bruja le miró de frente con su espantosa
cara y le dijo . ¡Si curo a tu rey, me darás lo que te pido?
-Lo que sea te lo daré personalmente , y yo
nunca miento, soy un caballero, y siempre que he dado mi palabra, la he cumplido.
-La bruja le miro de reojo a la luz de las velas
y al mirar su gran belleza y sus buenos modales, le dijo:
-Si curo a tu rey, ¡ te casarás conmigo¡
-El joven se quedó horrorizado , pero pensó que
su rey hacía mucha más falta que él, y aceptó el trato.
-La bruja cogió un extraño maletín lleno de
frascos con pócimas y montó en el caballo ayudada por el joven , y
se marcharon a galope hacia su reino.
-Una vez allí, la bruja le preparó una pócima
humeante de un desagradable color verde y se la dio a beber, y al momento, el
rey recuperó el color y se despertó sorprendido de tan largo sueño.
-¡Tengo hambre dijo el rey; dadme un buen
desayuno!.
-El rey se quedó pasmado al ver a la bruja en su
cuarto al lado de su cama , y quiso
echarla, pero el joven le dijo que si la echaba a ella , él se iría también,
porque se iba a casar con ella ya que se lo había prometido.
-A la mañana siguiente se casaron en la capilla
de palacio con el rey como único asistente.
-El joven llevó a su esposa a la cabaña , la
ayudó a bajar del caballo agarrándola por la cintura con dulzura, y fue a dejar
atados los caballos .
-Al entrar a su cabaña , vio a una hermosa mujer vestida
con gasas transparentes, alta , esbelta,
rubia y bellísima que le dijo al
preguntarle que donde estaba su esposa.
-El joven llevó a su esposa a la cabaña , la
ayudó a bajar del caballo agarrándola por la cintura con dulzura, y fue a dejar
atados los caballos .
-Al entrar a su cabaña , vio a una hermosa mujer vestida
con gasas transparentes, alta , esbelta,
rubia y bellísima que le dijo al
preguntarle que donde estaba su esposa.
-¡ Tu esposa , soy yo!.
-Has sido tan bueno, cariñoso y educado conmigo que tú decides si quieres que sea la bruja de día y la joven bella de noche, o al revés.
-El joven pensó un poco y le dijo: Tú decides quien quieres ser cada momento del día, así que decidió ser siempre la joven dulce y buena que el valiente muchacho se merecía, y fueron muy felices y comieron perdices.
-Buenas noches
-Has sido tan bueno, cariñoso y educado conmigo que tú decides si quieres que sea la bruja de día y la joven bella de noche, o al revés.
-El joven pensó un poco y le dijo: Tú decides quien quieres ser cada momento del día, así que decidió ser siempre la joven dulce y buena que el valiente muchacho se merecía, y fueron muy felices y comieron perdices.
-Buenas noches