Todos los seres humanos necesitamos contacto
físico con otra persona , algunos psicólogos lo llaman “sed de piel”.
-Los seres humanos necesitamos tocar y ser tocados.
-La piel es el más antiguo de los órganos sensoriales del cuerpo, y a través de ella el niño recibe sus primeras comunicaciones.
-Sabemos que los niños acariciados y tratados con contacto físico estarán más felices y saludables que otros que no reciben caricias
-Os voy a contar en qué consiste con un
experimento llevado a cabo en un hospital británico, para ver lo que sucedía
cuando las personas se tocaban piel con piel.
-Descubrieron que cuando tocamos a alguien, creamos
un vínculo con esa persona que rompe las
barreras de manera que ninguna otra cosa consigue: y todos respondemos a ello.
El roce contiene una energía que
produce milagros.
-Recientemente un grupo de investigadores
llevaron a cabo un interesante experimento comparativo con los cirujanos y los
pacientes de un hospital de prácticas de
Londres.
-El cirujano visitaría a los pacientes a los que
iba a operar la noche anterior, y respondería a todas sus preguntas sobre su
caso concreto.
-Además, para este experimento, el cirujano
tomaría la mano del paciente, mientras hablaban .
-La sorpresa es que los pacientes a los que el
cirujano agarró de la mano, se recuperaron tres veces más rápidamente que los
otros.
-Cuando tocamos a alguien con cariño, nuestra fisiología y la de la otra persona,
sufren ciertas alteraciones: las hormonas productoras del estrés, se reducen,
el sistema nervioso se relaja, el sistema inmunológico mejora, e incluso
nuestras emociones y estado de ánimo cambian.
-Al confirmar estos resultados, todos los
médicos quisieron participar incluyendo el contacto físico con sus pacientes en
sus distintos departamentos .
-Médicos y enfermeras cogían de la mano a sus
pacientes y a veces les abrazaban.
-En el departamento de psiquiatría, un médico
contaba que cuando le presentaron, a un paciente, un chico joven
con parálisis cerebral que estaba confinado en una silla de ruedas, se agachó, y le dio un abrazo muy fuerte.
-De repente, intentó hablar, sus ojos se
llenaron de lágrimas, e intentó apretarle.
-Las personas responsables de su cuidado, le
dijeron que era la primera vez en tres años que el chico respondía con una reacción semejante.
-Por último , los psicólogos hicieron un
experimento poniendo a una señora junto a una cabina telefónica en una
concurrida calle de Londres que pidiese a los transeúntes que le cambiasen
unas monedas para poder hacer una llamada telefónica.
-Al principio muy pocas personas se detuvieron a
ayudarle.
-La segunda vez, la misma mujer, se acercó a la
gente, tocándole levemente el brazo mientras hacía su petición.
-Los investigadores se quedaron estupefactos al
comprobar que al tocarles, todo el mundo estuvo dispuesto a cambiarle el
dinero.
-Todos necesitamos abrir nuestros brazos a los
demás, y veremos cómo reaccionan de manera positiva , pues el poder del
contacto es enorme y nos llena de energía.
-Seremos más cariñosos con nuestros allegados,
ya que esto mejora nuestra salud.
-Buenas noches.