Las personas generosas dan por el gusto de dar, les encanta regalar y
hacer favores, porque la felicidad ajena
, es la suya propia.
-Dar sin expectativas es el mayor signo de
generosidad, porque si esperas una contraprestación, no es un regalo, sino un
intercambio.
_ Tengo una amiga que dice que venimos a este
mundo sin nada y que sin nada nos
marcharemos de él; que nada tenemos ni nada nos pertenece.
-Lo que tenemos nos lo han prestado para que
vivamos aquí y ahora lo mejor que podamos y con esa filosofía deberíamos
compartir las cosas y no querer “reinar después de morir” como en “El diablo
cojuelo”, la obra literaria sobre los
amores de Pedro I e Inés de Castro( Pedro I de Portugal, solo reconoció como
reina a Inés de Castro, tras su muerte).
-Las personas generosas suelen ser muy alegres,
y las encanta compartir con los demás. No tienen inconveniente en dar algo que
les gusta , si ven que alguien lo necesita, y se sacrifican sin importarles,
porque su alegría se multiplica al ver la alegría de los otros.
-Os voy a contar un cuento precioso sobre dar y
recibir que nos contaba mi abuelita .
“El collar azul turquesa”.
-Una mañana , entró en una lujosa joyería de la
calle principal de la ciudad , una niña pequeña vestida con pobreza , aunque
muy limpia .
-Se puso de puntillas y le dijo al dependiente
que quería comprar el collar azul turquesa del escaparate.
-El empleado , entró en la trastienda , le dijo al dueño de la joyería lo que pasaba y este le ordenó atender a la niña como a
cualquier otro cliente .
-Así hizo, sacó el collar de una funda de franela
azul marino , lo depositó encima del mostrador para que la niña lo pudiera ver
bien . La niña sonrió, lo acarició con suavidad y le dijo abriendo un monedero lleno de monedas y
echándolas sobre lo mostrador, que lo compraba , que esperaba que fuera
suficiente porque era todo el dinero que tenía y que lo había ganado haciendo
muñecas de trapo que vendía en el mercado.
-El dependiente avisó de nuevo al dueño, que
salió con su mejor sonrisa y preguntó a la pequeña que para quien era el collar
, esta le contó que su hermana la cuidaba desde que murió su madre unos años
antes y que como mañana es su cumpleaños, se lo quiero regalar porque la he
visto mirando cada noche el collar en el escaparate cuando cierran la tienda.
-El dueño sacó su mejor caja, lo envolvió en
papel de seda, lo metió en la funda de franela
en su caja, lo envolvió en papel
de regalo con un precioso lazo azul, y se lo entregó dentro de una preciosa bolsa de la joyería.
-Al día siguiente , una jovencita entró en la
joyería , pidiendo ver al dueño, y le explicó que se lo había regalado su
hermanita de 7 años y que como ella no tenía el dinero que valía ese collar,
que se lo devolvía , con sus disculpas…..
-El dueño emocionado, la repuso:
-No se preocupe señorita, su hermanita ha pagado
mucho más que cualquier cliente adinerado de mi joyería . ¡Me ha dado todo lo
que tenía . La chica le dio las gracias secándose las lágrimas , y se volvió a
su casa a ver a su hermanita.