Todos hacemos cosas bien hechas, y nos gustaría
que nos lo dijeran . Elogiar el trabajo bien hecho es una habilidad que no todo
el mundo posee, porque muchas personas confunden un elogio sincero con un halago fingido dicho para quedar bien.
-Las personas manipuladoras son las que quieren conseguir un fin y no les importa
mentir ni exagerar para conseguir sus metas.
-Elogiar a alguien es decir todo lo positivo que
vemos en él y al decírselo demostramos nuestra admiración ante un buen trabajo.
-Sin poderlo evitar las personas se quejan y
protestan por las cosas mal hechas, pero
pocas veces ponderan los buenos trabajos, aunque sepamos a ciencia cierta
que es una cosa que deberíamos hacer.
- Cuando yo daba clase de tercero y cuarto de
Primaria , hacíamos unos ejercicios en Lengua que consistían en hacer una lista
de las cosas que según nuestra opinión hacían bien nuestros compañeros de mesa.
Al terminar cada uno se levantaba y los leía en voz alta .
-Los niños son lo mejor del mundo, y escribían
esta redacción de la manera más sincera
y más espontánea que os podáis imaginar ,
por eso recuerdo que teníamos en una de mis clases a un chico muy tímido que
había entrado nuevo ese año , se llamaba Alfonso y a pesar de que los
compañeros le habían acogido bien, siempre estaba muy solo.
-Su compañera de mesa era una niña rubia con
ojos azules, muy alegre y vivaracha , y cuando empezó a leer todos nos quedamos pasmados por lo bien redactado que estaba y el cariño
que transmitían sus elogios . voy a intentar acordarme de alguna de las frases
que le dedicó.
-Alfonso es un chico muy limpio y ordenado.
-Es muy tranquilo, y atiende tan bien a las
instrucciones de los ejercicios que siempre se entera de todo .
-Es muy amable con todos los compañeros y a mí
siempre me ayuda cuando no entiendo algo.
-Se ríe poco porque dice que le da vergüenza,
pero está mucho más guapo cuando lo hace.
-Canta muy bien , pero no ha querido presentarse
al examen de coro porque tiene miedo ….
-Creo que todos querrían tenerlo de compañero ,
pero solo yo he tenido esa suerte.
-Gracias Alfonso por ser como eres!
-Los niños aplaudieron con fuerza, y Alfonso
estaba tan emocionado que se le caían las lágrimas. Estos elogios sinceros, le
cambiaron la vida, porque a partir de ese día, empezó a relacionarse mucho más
con todos , y entró en el coro.
-También
había niños que no sabían elogiar
sin quitar mérito:
-Mi compañera juega muy bien al baloncesto
porque es muy alta .
-Mi compañero es antipático pero nunca tiene faltas de ortografía
en los dictados porque su madre es profesora .
-Mi compañero saca sobresalientes porque se pasa
el día estudiando , y así cualquiera….
-A todos nos encanta que nos elogien las cosas que hacemos bien, así que
intentaremos elogiar a los demás por eso de que la vida es un boomerang, y lo
que lanzas te vuelve.
-Buenas noches.