Uno de los problemas que más nos preocupan a casi
todos, es pensar que no estamos en el camino apropiado, que no estamos haciendo
las cosas bien, que podríamos hacerlas mejor, y así podríamos seguir
cuestionándonos tantas cosas que llenaríamos varias páginas.
-La primera solución y la más fácil es culpar a
alguien.
-Esta tarde he estado hablando con una chica de
treinta y cinco años, que está llena de rencor, y que todavía se dedica a culpar a sus
padres de todo lo que la sucede.
-La he dicho que era una reacción de párvula,
que tiene que asumir su propia responsabilidad, que lleva muchos años en el
mundo con un gran desgaste emocional, porque en su triste vida pesa mucho más lo negativo que lo positivo y que de esas decisiones la única responsable es ella misma.
-Pienso que el hecho de contármelo y verbalizarlo, es un gran paso, y quiere que escriba una entrada, diciéndole lo que yo opino ; es una gran responsabilidad, ojalá pueda ayudarla a ver las cosas de otra manera.
-Solamente tenemos el hoy, porque ayer era hoy,
y mañana será otro hoy, así que hoy estamos escribiendo lo que nos sucederá mañana.
- Las personas perfectas para echarles la culpa,
son sin ningún género de dudas nuestros padres, ya que como nos quieren tanto,
van a disculparse y siempre les quedará la duda de si lo podrían haber hecho
mejor ; pero lo más curioso es que la gente les acusa de preocuparse lo mismo
que de no hacerlo, de protegerlos, y de
desprotegerlos, de mimarles, y de no mimarles......
- Es muy
sencillo, solo tienen que sacar su bolsita de basura particular;
esa bolsa mezquina que los que se pasan la vida quejándose, tienen escondida en
algún recoveco, y empezar a sacar tonterías de infancia, distorsionadas a su
antojo con el paso de los años.
-Nuestros padres y ahora nosotros, hicimos las
cosas de la mejor manera que supimos.
- Cada decisión que tomamos, tiene un 50%
de probabilidades de acertar y otro 50% de no hacerlo, así que todo el mundo
siempre que elige, puede confundirse.
-Los argumentos que esgrimen estas personas
pueden ser algo así:
-“La culpa es de mi madre que quería mucho más a
mi hermana Juanita que a mí”…..
-“La culpa es de mi padre que pasaba por alto
todos mis suspensos cuando estaba en Primaria, y cuando quise darme cuenta ya
era muy tarde”.
-“La culpa es de mis padres que me llevaron a un
colegio carísimo donde eran muy exigentes
y solo les importaba que sacara buenas notas sin pensar en mi felicidad”….
-“La culpa es de mis padres que me llevaron a
colegios baratos y públicos donde no tuve la oportunidad que hubiera tenido en uno privado”….
-Creo que debemos madurar y dejar de culpar a
los demás, de las cosas que nos han pasado y que nos pasan.
-Debemos pararnos y darnos cuenta de que no nos
conocemos, no sabemos lo que realmente queremos ni con lo que seríamos más
felices y ya es hora de que reflexionemos.
- Investiguemos, y, saquemos al cubo de la
basura tanta culpa ajena, creo que ya es hora de enmendar lo que no nos gusta, y de emplear nuestra fuerza en conseguir lo que deseamos.
-Empieza a valorar tu vida.
-Dedícate a hacer lo que amas, y decide hacerlo
siempre.
-Si no te gusta tu trabajo, empieza con
delicadeza y tacto a buscar otro, y no dejes este hasta tener el nuevo, porque
si no, volverás al principio.
-Si crees que te falta tiempo, distribúyelo
mejor.
-Te recuerdo lo que me decía mi madre siempre
que argumentaba mi falta de tiempo.
-El Señor te entrega cada mañana 24 hermosas horas para que las distribuyas a tu antojo, así que prioriza, y
deja de gastar tanto tiempo en tonterías y dedícalo a hacer eso que te gustaría
hacer.
-Puedes suprimir horas de tele basura, horas de
quejas y de rumiar tus problemas, horas de inventarte enfermedades inexistentes
para llamar la atención, horas de peleas y reproches contra los que más te quieren….
-Deja de analizar tu vida.
-Desarrolla tu creatividad: pinta, cose, haz deporte,camina, cocina,
lee, asiste a espectáculos, escucha música o aprende a interpretarla.....
-¡Búscate un hobby”!
-La vida es hermosa si decides valorarla y
disfrutarla.
-Abre las manos para recibir tantas cosas que te
llegan y ni las ves.
-Comparte tus sueños con las personas que te
quieren y te darás cuenta de que se
alegran por ti, e intentarán ayudarte a conseguirlo.
-La gente que te rodea, forman parte de tu vida,
así que rodéate de las personas adecuadas.
-La vida parece muy larga cuando te quejas, pero
resulta cortísima cuando decides enmendar tus errores, así que no la
desperdicies más.
Te copio, aunque ya lo he hecho muchas veces la maravillosa
oración de Reinhold Niebuhr, con la que terminan las reuniones los alcohólicos
anónimos de medio mundo, y que yo repito constantemente:
-“Que la felicidad Dios me conceda.
De aceptar lo que no puede cambiarse.
-El valor de cambiar lo que es cambiable,
y el don de discernir la diferencia”.
-Que reflexiones, que descanses y que tengas
felices sueños.
-¡Buenas noches!