Nunca deberíamos prejuzgar a los demás antes de
conocerlos aunque nos recuerden mucho a algunos que nos hicieron tanto daño.
- Además no juzgaremos a nadie, aunque solo sea porque a nosotros
nos molesta muchísimo que nos juzguen .
-Suele dar muy buen resultado tratar a los demás
de la misma manera que nos gusta que nos traten a nosotros.
-Si no
nos aislamos y compartimos experiencias con ellos, además de conocerles y
entender sus motivaciones, aprenderemos mucho, porque cualquier persona nueva tendrá
experiencias y maneras de actuar y de pensar diferentes a las nuestras y ya
sabemos que : “escoba nueva, siempre barre bien”, jajaja.
-Antes de etiquetar a una persona, nos molestaremos en
conocerla y nos fijaremos en sus motivos para comportarse de esa manera.
-Ninguno mostramos lo que somos al primero que se nos cruza, ni nadie solo
con mirarnos pueda saberlo.
-Juzgar a la gente es muy fácil, en cambio
comprenderla y apoyarla es mucho más complicado porque requiere una madurez
emocional.
-Actualmente en este mundo que vivimos con tanta
urgencia y tanta necesidad de satisfacción inmediata, es muy fácil juzgar y
“colgar un sambenito”(echar sobre alguien una culpa que no se merece”.
-Estudios recientes publicados en “Trend in
Cognitives Sciences”, afirman que valoramos las intenciones de las personas y
les atribuimos una determinada personalidad o
un determinado carácter, basándonos en los rasgos de su cara.
-La gente tiende a tomar decisiones importantes, como votar a un
determinado político, o culpar a alguien sin conocerle, basándonos en sus
rasgos faciales.
-Intentaremos ser más tolerantes con los demás,
y aunque no nos guste lo que han hecho, si no es nada grave, viviremos y les
dejaremos vivir, porque no sabemos lo que nosotros hubiéramos hecho en sus
mismas circunstancias.
- Reflexionaremos en calma sobre nosotros mismos
, y nos daremos cuenta enseguida de que no somos perfectos; todos nos
equivocamos, así que seremos más tolerantes con los demás.
-Tras meditar , aceptaremos nuestras virtudes y
nuestros defectos, y seremos cariñosos y compasivos con nosotros mismos, y con
los demás.
-Cuando consigamos ser felices, no necesitaremos
demostrarnos nada ni atacar a nadie.
-Cuanto mejor nos conozcamos, seremos mucho más
comprensivos y tolerantes con los problemas ajenos.
-Buenas noches.