Moisés Mendelssohn,el abuelo del famoso compositor, era un joven dulce e inteligente, pero su aspecto no era nada atractivo, pues tenía una gran joroba.
Un día conoció a la joven más bella que nunca pudo imaginar y se enamoró perdidamente de ella.
La hermosa chica se llamaba Frumtje, y era hija de un próspero comerciante. Moisés la admiraba en silencio, pero ella apenas se dignaba a mirarle.
Un día, cuando Moisés fue a despedirse, porque tenía que irse de viaje. Se armó de valor, subió la escalera y la preguntó:
-Frumtje. ¿Crees que los casamientos se preparan en el Cielo?
-Sí-respondió ella, sin mirarle-¿y tu?
-Sí- respondió él-.En el cielo, cuando nace un varón, el Señor anuncia con que chica se casará.
-Cuando nací yo, me indicaron quién sería mi futura novia. El Señor me advirtió que sería” jorobada”.
-Entonces, yo grité:”Oh Señor, para una mujer ser jorobada sería una tragedia. Por favor, Señor, dame la joroba a mi y a ella hazla hermosa.”
-Entonces Frumtje, lo miró a los ojos y vio por primera vez a un dulce muchacho. Le agarro la mano y le sonrió y un año después se casaron y fueron tremendamente felices
