A veces tenemos la seguridad de que todo lo malo que nos pasa en nuestras relaciones con las amigas, novios, compañeros… es por nuestra culpa. Te sientes fatal y te pasas la vida disculpándote. NO vuelvas a decir:
-He fracasado y siempre fracasaré.
-¡Que torpe soy!
-Yo tengo la culpa.
-Mi jefe estaba muy serio. ¿Qué habré hecho yo mal?........ Y mil cosas parecidas. Tu jefe estaba serio por cosas que le pasaban a él, no por tu culpa.
Ten la seguridad de que la mala opinión que tenemos de nosotros mismos, no es culpa nuestra, viene de nuestra primera infancia.
-La forma en la que nos trataron cuando éramos pequeños se ha quedado grabada en nuestro subconsciente.
-Si tus padres han sido poco cariñosos, intolerantes o simplemente no han tenido tiempo para mimarte cuando eras pequeño. ¡No es culpa tuya!
-Como dice mi amiga Ana Postigo, gran terapeuta. ¿Lo pasado, ya pasó!
Tú no tienes por qué hacer las cosas que hacían tus padres, ni opinar como ellos. ¡Tú no eres tus padres!
-Perdónalos, no te llenes de rencor, símplemente piensa que así es como lo sabían hacer.
A partir de este momento tú vas a tomar las riendas de tu propia vida.
-Serás cariñoso contigo.
-Te darás permiso para confundirte sin reprocharte ni criticarte.
-Te respetarás y pensarás que has hecho las cosas lo mejor que has podido en cada momento.
-Celebrarás tus logros y te felicitarás por ello.
-Te aceptarás como eres y si deseas ser más, dedicarás tiempo a formarte.
No olvides que es importantísimo apreciarte a ti mismo.
-“El aprecio” es la consideración hacia nuestra propia persona.
- Es una necesidad psicológica, porque nos ayuda a seguir adelante con nuestra propia vida.
-Nos hace crecer.
-Nos da fuerzas ante los fracasos.
-Nos ayuda a fijar metas.
-Observarás que hay personas que explotan muy bien sus habilidades, aprovechan cualquier oportunidad para formarse.
-La inteligencia es fruto del trabajo de tu cerebro y no olvides que crece a medida que lo ejercitas.
-Esas personas que quieren quedar bien con los demás a costa de mentir, son personas de baja autoestima.
-Piensa que la vida es hermosa y que los problemas, a veces, son aprendizajes. Esta es la base de la salud mental.
-En cuanto tú te quieras y te respetes; los demás te querrán y te respetarán. Recibimos lo que proyectamos. La vida es un boomerang. Lánzale afirmaciones positivas y te sorprenderán los resultados.
-Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces, entonces estás peor que antes.
