Los abrazos se remontan al origen del hombre, ya que en el momento de nacer, la madre lo primero que hace es abrazar a su hijo, con este abrazo le brinda calor y protección, es lo que llamamos amor.
Las madres saben mucho de abrazos, los dan de muchas clases. Abrazos de protección, de confianza, de consuelo, de premio…..Kathleen Ligh, una destacada científica ha desarrollado un extenso trabajo de investigación sobre como los abrazos influyen en nuestra salud . Los resultados han sido sorprendentes,
porque ha utilizado personas de todas las edades. Bebés prematuros, bebés a término, niños, jóvenes, adultos, mayores y ancianos. Personas sanas y enfermas
-Los bebés prematuros desde hace muchos años son abrazados por las enfermeras cada hora porque así aumentan sus ganas de vivir y se evitan muchas infecciones y complicaciones
Los abrazos y el contacto físico, son necesarios para nuestro bienestar psicológico,
emocional y corporal. Aumentan la alegría, la salud del individuo y de la sociedad.
Las caricias ayudan en las relaciones neuronales, en la tonicidad de los músculos…..
Los niños queridos que son a menudo abrazados y acariciados por sus padres, aprenden a hablar mejor, y poseen autoestima.
Regula el peso y el proceso del crecimiento y contribuye al desarrollo neurobiológico.
Los niños felices aumentan sus moléculas del placer, las Endorfinas y es un maravilloso antídoto contra la fatiga escolar.
Los abrazos en la primera infancia, desarrollan una integración entre los afectos y la motricidad. Los niños felices tienen mucha mejor coordinación.
Los abrazos son un puente de comunicación empática profunda.
Los adultos tenemos que abrazarnos más, a veces nos da vergüenza, no vayan a pensar que…..¡Que piensen lo que quieran! Un buen abrazo al encontrarte con alguien que quieres y no ves hace tiempo le dice lo que tu boca no se atreve. ¡Que alegría! ¡Cuánto te he echado de menos! ¡Ya sabes lo que yo te quiero!....
