La buena educación es básica para tener una buena convivencia, y
es curioso ver, como personas que son educadísimas con sus amigos, en el trabajo, y
en cualquier otra circunstancia, al llegar a su casa, dejan sus modales aparcados en el
descansillo, y se comportan como auténticos maleducados, con las personas más cercanas.
-Las mujeres verbalizamos muy fácilmente los
sentimientos cuando estamos entre amigas en un ambiente cordial, y es muy
frecuente que cuenten lo mal que les han contestado sus maridos, sus hijos, sus
hermanos ..etc.
-Mi madre, que era una mujer muy lista, me decía
siempre que le comentaba que había discutido con mi marido por cualquier
tontería:
-¡No te dejes llevar por el enfado, se educada,
y trátale con la misma cortesía con la que tratarías al vecino!
-Este consejo, me ha servido muchas veces para
solucionar pequeños problemas, porque desgraciadamente
“palabra suelta, no tiene vuelta”, y a veces, el enfado y la ira, nos hacen
decir cosas que no pensamos, y pueden ser tan destructivas como una bofetada.
-Muchas veces damos por hecho que nuestros
familiares o nuestras parejas, o nuestros amigos, saben lo mucho que les
queremos; por eso nunca se lo decimos. Esto es un gran error, porque nadie nos
lee la mente, y un beso, un abrazo, o un te quiero mucho, siempre es muy
reconfortante.
-Tenemos que intentar que nuestra casa sea un lugar
muy agradable donde todos estemos a gusto, y deseemos volver, no un nido de
víboras gruñonas y regañonas.
-Los buenos modales demuestran respeto y
consideración hacia las otras personas.
-Para
convivir, los buenos modales son básicos, porque la cortesía mejora mucho la
convivencia.
-Deberíamos tener un detalle de vez en cuando, y regalar unas flores de manera inesperada.
-Deberíamos tener un detalle de vez en cuando, y regalar unas flores de manera inesperada.
-Hay tres palabras mágicas que decía mi abuelita
que nunca se pueden olvidar y son:
-Perdón.
-Por favor.
-Gracias.
-Si nos paramos a reflexionar lo que nos gusta
de esas personas que conocemos tan educadas y amables, nos daremos cuenta
enseguida de que siempre nos saludan preguntándonos que tal estamos, se
interesan por lo que les contamos, jamás nos interrumpen en mitad de algo para
hablar ellos, ni nos dicen ¡cállate!, y cuando les hablamos, siempre tenemos la sensación
de que nos escuchan y se interesan por lo que decimos.
-Los niños aprenden lo que ven, y si ven respeto
en su casa, ellos serán respetuosos, pero si cada día presencian insultos y
malas palabras, eso mismo harán ellos de mayores.
-Es muy importante no subir demasiado la voz, ya
que el hablar a gritos, los mensajes acaban resultando agresivos.
-Felicita a tus familiares cuando hagan algo
bien, y no te des prisa por regañarles si hicieron algo mal, sino que intenta
escuchar sus motivos como harías con
cualquier otra persona ajena.
-Procuraremos estar en casa bien arreglados,
porque se puede llevar ropa cómoda y a la vez tener buen aspecto, ya que si
nunca estaríamos desaliñados en presencia de personas de nuestro trabajo, mucho
más derecho tienen a vernos guapas, las personas que nos
quieren y a las que tanto queremos.
-Buenas noches