La felicidad es como el arco iris, nunca se ve
en la casa propia, sino en la ajena.
-Nunca
deberíamos fijarnos en el prado del vecino, sino que deberíamos
dedicarnos a cuidar y mejorar el nuestro.
-Nunca deberíamos creer que las cosas serán mejor
mañana, porque lo mejor será siempre, disfrutar el hoy, ya que el mañana no existe, porque cuando llegue,
será otro hoy.
-Nuestra vida como dice una amiga mía siempre estará
llena de situaciones que nos cambien los planes, por eso lo mejor es ir
haciendo los planes para ahora
mismo, no para luego; habrá que realizarlos ya, y tachar de nuestro vocabulario la
palabra “luego”.
-Recuerda y repite lo feliz que eres en cada
momento que lo seas, porque cuando estás triste, sueles llorar y proclamarlo a
los 4 vientos.
-Nunca más pospondremos la felicidad porque no
habrá un día mejor que el que estamos pasando aquí y ahora, no esperaremos a ser felices.¡ Simplemente
lo seremos.
-La felicidad es un trayecto, no un destino.!
-Recuerda la historia sobre “el escondite
perfecto “:
-Casi todas las situaciones tienen un lado
positivo, así que nos dedicaremos a buscarlo.
-No perderemos nuestro valioso tiempo odiando ni
envidiando a nadie porque es una pérdida de tiempo, así que nunca más nos
compararemos con nadie ni tampoco compararemos a los nuestros, porque tenemos
muchísimos dones y virtudes que merecen ser descubiertas y valoradas
adecuadamente.
-Recordaremos que lo mejor está por venir.
-Buenas noches.