Cuando nos sentimos felices y estamos contentos nos parece lo más normal del mundo. Tenemos que acostumbrarnos a valorar las cosas buenas que tenemos y las cosas buenas que nos pasan.
-Nuestro cerebro es un órgano que cambia constantemente. Podemos desarrollar en el habilidades como la empatía, el agradecimiento, la comprensión , el altruismo...
-Hay muchas personas que nunca valoran las cosas buenas que tienen. No quieren agradecer nada a nadie. Son personas insatisfechas a las que nada les parece suficientemente bueno.
-A veces en cuanto tenemos cualquier contrariedad, olvidamos todo lo bueno que tenemos y nos centramos en lo malo.
-La persona que tiene la capacidad de agradecer, abre la puerta a nuevos agradecimientos.
-Las experiencias en la primera infancia dejan un sello indeleble en el cerebro. Si educamos a nuestros niños acostumbrándoles a valorar y a agradecer, ellos a su vez agradecerán y valorarán.
-El hombre siempre necesita de los demás, es en ser social.
-La gratitud es una emoción que se produce al reconocer los beneficios recibidos y es parte fundamental del bienestar personal.
-Debemos dar las gracias por estar vivos, por estar más o menos sanos. Por estar juntos. Por tener gente que nos quiere y con la que podemos contar en cada momento, porque: “de bien nacidos es ser agradecidos”.
-Una de las cualidades humanas que manifiesta más claramente la madurez, la salud psicológica y la calidad humana de una persona es su capacidad de agradecer.
-La gente ignorante cree que se merece todo por su cara bonita sin dar nada a cambio, creen que es obligación de los otros, por eso suelen ser personas resentidas.
-La felicidad pasa por el agradecimiento. Una persona agradecida nunca es una persona resentida.
La vida está formada por pequeñas gotas de felicidad. Cuanta más gratitud sintamos, cuando recibimos cosas buenas, antes conseguiremos abrir el camino, para que nos lleguen mas cosas buenas.
Sabemos por experiencia que cualquier cosa que nos suceda la podemos ver de dos maneras distintas. Podemos ver nuestro vaso medio lleno o medio vacío.
- Agradecer conlleva sentirnos contentos con lo que nos sucede.
Debemos agradecer las pequeñas cosas de cada día. Cualquier experiencia que tengamos, la podemos ver de dos maneras. Con ojos de abundancia o con ojos de carencia.
-Está comprobado que los niños a los que se les enseñan habilidades sociales como empatía , agradecimiento, comprensión y altruismo antes de los 7 años. Grabarán las bases para otras habilidades positivas. Será como el andamiaje para un futuro comportamiento social
-Muchas veces nos perdemos las pequeñas alegrías esperando la gran felicidad.
-La vida es un boomerang, siempre volverá a ti lo que tú lances.
-El ser agradecido aumenta nuestra sensación de felicidad, parece que cuanta más gratitud sintamos, recibiremos más cosas buenas. Hay que expresar gratitud todos los días y así abriremos el camino para que nos lleguen más y más cosas buenas. Existe una inercia universal. Cuando te pones en actitud positiva aumentas automáticamente el flujo de las cosas buenas.
-Cada evento va marcando en nuestro cerebro un camino neuronal. Somos los dueños de nuestra mente. Tenemos que aceptar que es maleable y que los cambios de conducta afectarán a su estructura.
-Cualquiera puede mejorar si se lo propone.
-Se han hecho experimentos con jóvenes conflictivos que provenían de hogares desestructurados y con solo 30 minutos de entrenamiento durante 2 semanas se detectaron cambios en sus cerebros.
-Es maravilloso saber que podemos mejorar solo con proponérnoslo.
