"SI NO TIENES LO QUE TE GUSTA, HAZ QUE TE GUSTE LO QUE TIENES"
De tí depende que tu vida sea feliz,debes escoger tus ingredientes.


jueves, 8 de mayo de 2014

"Salvando Caracoles"


Esta mañana, al cruzar el parque camino del gimnasio, mi hija Gema y yo, hemos visto a varios caracoles en medio del camino. Gema, sin dudarlo ni un segundo, los ha empezado a recoger con mucho cuidadito y los ha puesto en la hierba, o al lado de los árboles, para asegurarse de que nadie los pise.


-Mi hija Gema, tiene desde pequeña un profundo amor y respeto a todos los animales, por eso siempre hemos tenido en casa algún pájaro que se había caído de un nido,  o algún gatito bebé abandonado,o cualquier animalito desvalido….


-A mí , también me da mucha pena que la gente pise caracoles, y aunque sé a ciencia cierta que muchos habrán muerto esta mañana por esta causa, los que ha salvado Gema, se han salvado…..

-Me he acordado de una entrada que hice el 1 de febrero del 2011 que se llamaba “Salvando estrellas”, que contaba la historia de unos niños que recogían las estrellas de mar que habían quedado varadas en la arena de la playa.

-Nunca deberemos retirarnos de una aventura que empezamos con ilusión y coraje, por el simple hecho de que los demás crean que no merece la pena, porque siempre merece salvar a un ser vivo.

-A los niños se les debe enseñar desde pequeñitos a querer a los animales, y a respetar su vida.

-Las hormigas y los caracoles, pueden ser el pretexto para contarles que nadie debe destruir la vida de nadie, por el simple hecho de ser más grande, más fuerte y claro está mucho más poderoso.

-No hay una cosa que más me repugne, que ver a un niño pequeñito pisoteando hormigas y riéndose; los padres y los profesores, seremos los únicos responsables de estas actitudes, porque los niños ya sabemos que aprenden lo que ven, y si a su alrededor solo ven buenas maneras y respeto a la vida, ellos harán lo mismo.

-Yo no sé mucho de los caracoles, pero están muy unidos a mis mejores recuerdos de infancia en Carranza, cuando salían después de las lluvias, y nunca los he comido.


-  Me gusta verles andar a tironcitos, dejando un hilito brillante, y me tranquiliza saber que hay unos cuantos que siquiera hoy, no corren peligro.