La vida siempre supe que era sorprendente y
misteriosa, que en un momento te da una vuelta y te cambia todo, pero esta vez,
a mí me ha pillado desprevenida.
-Cuando hace 15 días me caí en el cuarto de
baño, pensé que había tenido mucha suerte, ya que parecía que no me había roto
nada; pero a lo largo del día, me empecé a notar rara a tener molestias, y no
tuve más remedio que llamar al médico.
-Cuando estás confinada en una habitación de
hospital, y miras por la ventana te das cuenta de lo poco conscientes que son
los que caminan tan deprisa por la calle,( como si perdieran el tren de su
vida),de que la vida nunca vuelve atrás.
- Nunca nadie se fija, ni da importancia a la
suerte que tiene de estar sano y poder
ir andando por la calle.
-Generalmente, todos paseamos por la calle sin
mirar el Sol que nos calienta y acaricia, al aire que refresca nuestra cara y
nos revuelve el pelo. Olvidamos la amplitud del horizonte que tenemos delante
de nosotros y las miles de posibilidades que nos ofrece la vida.
-Nos levantamos a golpe de despertador, nos despertamos
con un ruido horrible que nos sobresalta,
nos duchamos, tomamos un café, a veces mordisqueamos una tostada, y nos vamos a
trabajar deprisa, con un estrés tremendo.
-Leemos el periódico en el autobús o en el
metro, porque no vamos a volver a tener tiempo para hacerlo.
-Comemos, o mal comemos un sándwich frio, y
volvemos al trabajo, nerviosos y
malhumorados.
-Recogemos al salir a los niños del colegio, y
llegamos a nuestra casa( que tendría que ser un santuario de paz), con poca
paciencia, y sin ganas de escuchar sus historias, sin dejarles pararse un ratito a jugar en el parque, que tanto les gusta, sin tiempo para escucharles con la atención que se merecen, porque por una cosa o por otra, siempre se nos hace tarde…..
-¿Tarde para que?....... ¿?.....Para vivir
-Ellos necesitan alegría, paciencia y calma, y este estrés que les contagiamos es nocivo para su salud.
-Ellos necesitan alegría, paciencia y calma, y este estrés que les contagiamos es nocivo para su salud.
-Solemos bañarles y darles de cenar rápidamente para
quitárnoslos de encima, y no nos damos cuenta de que están creciendo muy deprisa,
y que nos lo estamos perdiendo, además de que somos responsables de su
felicidad, y los niños se merecen tenerla.
-La vida son momentos, y en cualquier momento
podemos tener un mal paso que nos cambie todo, y es entonces cuando
reflexionamos sobre la inutilidad de vivir con esa prisa.
-Ayer por la tarde vino a verme mi nieta Natalia
de 6 años, quería hacerme un dibujo, y yo solo pude dejarle un cuaderno y un
bolígrafo, porque aquí no tengo ni lápices ni colores.
-Cogió el cuaderno y el boli, y arrodillada en
el suelo, y usando una silla como mesa, se
puso a dibujar en el cuaderno, mientras parloteaba sin parar, hablándome de su
colegio, de su mejor amiga…..
- Yo estaba pasmada de lo que ha crecido, se
está haciendo mayor sin que apenas lo notemos, y si no la escuchamos ahora,
dentro de poco, ya no nos contará sus cosas.
-Me había dibujado un gran corazón, con muchos corazones dentro, porque me quiere mucho, dijo, y un poco lejos, estaba Coco, su gato persa. De pronto, se me quedó mirando muy seria, y me preguntó:
-¿Abuelita, te gusta acariciar a Coco?
- si, claro que si, contesté yo deprisa, y entonces cogió su dibujo, y me alargó la mano y el brazo, para que llegara al lomo de Coco, y me dijo,: -es que tu puedes estirar mucho tu brazo.
-¿Abuelita, te gusta acariciar a Coco?
- si, claro que si, contesté yo deprisa, y entonces cogió su dibujo, y me alargó la mano y el brazo, para que llegara al lomo de Coco, y me dijo,: -es que tu puedes estirar mucho tu brazo.
-Para los
niños todo es posible, y deberíamos aprovechar esa inocencia, para hacerles
sentirse merecedores de poseer todo lo mejor, de conseguir sus sueños, y de ser
felices.
-El tiempo no se puede guardar; lo que perdimos,
perdido está, así que procuraremos tener una mejor calidad de vida, para
aprovechar cada momento mientras podamos.
-No debemos consentir, vivir una vida que no nos haga
felices, porque en un momento todo puede dar un giro inesperado y no volveremos
a tener otra oportunidad.
-Buenas noches.