Hablo con muchas amigas que están agobiadas por
cosas que le pasaron hace tiempo, y otras en cambio, sienten una gran presión
porque les gustaría poder controlar su futuro….
-Cada vez estoy más convencida de que nuestra
vida está aquí y ahora nada más.
-La
felicidad no está en un grifo dorado que abrimos diciendo: ¡Hala a ser felices!.
-Tampoco existe nadie que sea feliz todo el tiempo; así, que como la
felicidad son momentos, son ratitos, lo mejor que podemos hacer es disfrutar de
nuestros momentos felices, y decirlo en voz alta, para que nuestro
subconsciente lo interiorice y nos deje de dar la lata con desgracias pasadas.
-Nuestra mente nos juega malas pasadas y se
dedica a pasarnos la película en la que
nos sucedieron cosas que hicimos mal, o nos recuerda aquellas otras veces, en
las que deberíamos haber hecho esto en vez de aquello …..
- La vida es generosa y cada mañana nos ofrece una nueva oportunidad de ser
mejores, de ser felices, y deberíamos agarrar esa oportunidad con las dos
manos, ya que el tiempo pasado, ya está perdido, y a pesar de que no lo
aprovechamos, nunca volverá.
-Cuando tengo malos pensamientos que me llenan
de preocupación, me concentro 5 minutos y hago respiraciones abdominales para
oxigenar mi cerebro y vaciar mi mente, y me da muy buen resultado.
-Vamos a intentar ser felices cada momento.
-No hace falta hacer cosas extraordinarias, ya que a cada uno le
gusta hacer una cosa, por ejemplo:
-Yo me he sentido muy feliz haciendo un bizcocho
grande para llevarlo mañana a la
peluquería.
-Ahora me siento muy feliz haciendo mi blog, y hoy
voy a fijarme para darme cuenta de cada cosa que me hace feliz, porque ya
sabéis que tenemos todos muchos más momentos buenos que malos, lo que pasa es
que lo bueno hasta ahora no lo solíamos
decir, así que vamos a empezar a disfrutar de nuestros pequeños momentos felices.
-Evitaremos que los malos recuerdos nos
estropeen los momentos. Tenemos derecho a disfrutarlos y a saborearlos.
-Os voy a repetir el poema mágico que dicen en
las reuniones de los alcohólicos
anónimos.
-Yo lo leí por primera vez en un libro sobre las
preocupaciones de Dale Carnegie:
-“Que la serenidad Dios me conceda
De aceptar lo que no puede cambiarse.
El valor, de cambiar lo que es cambiable,
Y el don de discernir la diferencia”.
-Yo lo repito muy a a menudo cuando me encuentro
agobiada y me da muy buenos resultados”.
-Buenas noches.