Me ha mandado mi sobrina Leire una noticia que
me ha emocionado, me he puesto a investigar, y ahora que tengo más datos, quiero compartirla con vosotros.
-En Phillip Island residía una colonia de 32000
ejemplares de una rara especie de pingüinos, que a causa de un tremendo vertido
de petróleo, estaba en peligro de extinción.
-El petróleo al separar y arracimar las plumas
de los pingüinos, permite que pase el agua helada a través de ellas, así su
temperatura corporal baja mucho, y se vuelven más pesados,y, como no pueden
cazar su comida, se mueren de hambre.
-Además, al atusarse para limpiar su plumaje,
ingieren sustancias tóxicas, por lo que mueren envenenados.
-Toda
esta emocionante historia comenzó hace años, cuando la Asociación “Phillip Island´s Peguins
Foundation”, hizo un programa llamado “Tejidos para la naturaleza”, y buscaba voluntarios para tejer pequeños jerséis
a los pingüinos naturales del Sur de Australia y Nueva Zelanda, afectados por
el vertido, para protegerles del envenenamiento.
-Todo
empezó una mañana, cuando una de sus enfermeras, conociendo su hobby, le contó que un enorme vertido de crudo , amenazaba de
muerte a los pingüinos, y que en la Asociación “Phillip Island´s Peguins
Foundation”, buscaban voluntarios para tejerles pequeños jerséis a los pingüinos.
Al
enterarse Alfred de que si les ponen un sweter transpirable, que no dañe el
plumaje de los animales, ni enrede sus picos ni sus aletas, de manera que se
puedan mantener a buena temperatura, sin calentarles demasiado, tendrían
oportunidad de salvarse , no se lo pensó dos veces, y se puso a tricotar.
- Alfred, no era novato en este arte, ya que
aprendió a tricotar en 1932, cuando su cuñada le enseñó a hacer un jersey para un sobrino recién
nacido.
-Alfred, no
se acobardó pensando que era mayor, sino que pidió a las enfermeras que le
hicieran un patrón con la forma ideal para que sus pequeños amigos, estuvieran a la
vez abrigados y protegidos.
-Este valiente australiano, no pensó en ningún momento
que habría mucha gente más joven que él que podrían hacerlo, sino que cogió las
agujas, y se puso a tricotar
inmediatamente, para salvar a los pingüinos,mezclando las lanas que le llevaban, con mucho interés, para que además de abrigados, sus amiguitos,
estuvieran guapos.
-Ahora cuando llevan a la fundación a pingüinos afectados
por derrames de petróleo, les ponen un abrigo para que el aceite adherido a sus
plumas no les envenene , mientras se lo van limpiando.
-Afirman los responsables de esta bella hazaña
que el 96% de los pingüinos a los que se les puso su abriguito de punto, se rehabilitaron,
y pudieron poco a poco integrarse en sus colonias.
-La hazaña de Alfred, ha traspasado todas las
fronteras, y en el mes de mayo, la
fundación redactó una nota, diciendo que por favor no les manden más
abriguitos, porque tienen tantísimos, que están desbordados.
-De todas maneras, un avispado miembro de la
fundación, ha encontrado la solución, y se ha dedicado a vestir con los jerséis
sobrantes, a los pequeños peluches de pingüino que venden para recaudar fondos
para el mantenimiento de la misma, con lo que las ventas se han multiplicado.
-Buenas noches.