Pitágoras decía 500 años antes de Cristo: “El
hombre que no sea dueño de sí mismo nunca será libre”.
-Es muy importante que nos conozcamos a nosotros
mismos, para que actuemos en consecuencia; pues la felicidad solo se alcanza, cuando vivimos de acuerdo a nuestra
moral, y hacemos aquellas cosas que nos
gustan y que nos hacen ilusionarnos, aunque no siempre sean las que gusten a
los demás.
-No podemos
tener todo atado, porque como
decía Buda, la seguridad es una quimera, y no podemos aspirar a que las cosas
sean permanentes ni seguras en un mundo movible.
-Creo que lo mejor es intentar ser como el junco
que se cimbrea sin romperse en los peores vendavales, y luego vuelve a su posición;
así que muchas veces tendremos que ser valientes, y renunciar a la seguridad exterior para
trabajar en nuestro mundo interior como dice Lou Marinoff, profesor de
Filosofía del City College de Nueva York, autor del famoso libro “Más Platón y menos Prozac”.
-Marinoff también es Presidente de la Asociación
Americana de Consejeros filosóficos, y sostiene que los filósofos de la
antigüedad, coinciden en un punto fundamental, que hemos de realizarnos en la
vida para alcanzar la felicidad.
-La sociedad actual, dice, es la sociedad de la opulencia, y caemos fácilmente
en la trampa de desear demasiada seguridad, y eso nos hace ser más neuróticos.
-Ayer hablaba de mi amiga Mayi, que ha decidido
cambiar y ser ella misma, y como yo la conozco, se que a veces la va a resultar
muy difícil, porque todos los que estamos a su alrededor, estamos acostumbrados
a que ella siempre ceda y sonría.
-Séneca, el gran filósofo decía: “No nos atrevemos a muchas cosas
porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas”.
-Parece una paradoja, pero es mucho más
sencillo, ya que lo desconocido nos
asusta, pero una vez que se convierta en algo próximo y familiar, resultará mucho más fácil.
-Si siempre te sientes obligado a agradar a los
de tu alrededor, sacrificando mil veces tus gustos y tus apetencias, lo mejor
es empezar poco a poco, porque empezando con pequeños pasos, se puede llegar a
recorrer una gran distancia.
-Mayi, me acaba de llamar para contarme su
primer logro. La han llamado unas amigas para que fuera con ellas a sentarse en una terraza
junto al parque, y les ha contestado, que lo pensaría; no ha dicho si, ni
tampoco se ha inventado mil excusas para que no se enfadaran. Ha dicho que lo pensaría,
y lo ha pensado, y no ha bajado, sino que ha seguido leyendo su libro
feliz y contenta.
-Buenas noches.