Constantemente la vida nos manda señales que no vemos,
o que no sabemos descifrar.
- Si estamos abiertos a aceptar sugerencias, y
si empezamos a hacer caso a nuestro sexto sentido, observaremos que las cosas
funcionan un poquito mejor para nosotros.
-A veces cuando algo nos preocupa o nos agobia,
nos cruzamos con alguien que sin saberlo nos da la llave para que lo entendamos, y a partir de ese momento,
todo aparece mucho más claro ante nosotros.
- A veces las señales son malas, pero no por eso
dejan de ser señales.
-Una noche, cuando volvió a casa, la hermana
mayor de su abuela (que había venido de
su pueblo a pasar unos días), estaba lavándose los dientes en el cuarto de
baño, y casi la tira para abalanzarse a vomitar; cuando un rato después fue a disculparse, la tía- abuela la dijo:
-Hija
mía, tu cuerpo te dice que no digiere esta relación, déjalo inmediatamente.
-Hija mía, mi hermana tiene razón, tu cuerpo no
le traga, y esto es lo que hay, creo que
debes dejar de salir con este chico, porque tu cuerpo piensa que no te conviene.
-Pasaron varias semanas, y ella no le dejó, pero
pudo comprobar que no era sincero, sino
un mentiroso, que salía a la vez con dos de sus amigas, mientras la juraba a
ella amor eterno.
-A lo largo de los años, me he acordado de la
tía- abuela de mi amiga; una señora
bajita y sonrosada parecida a las Hadas Madrinas de la Bella Durmiente , que
estaba muchísimo más cerca de la Tierra y de la naturaleza que nosotras, y
ahora estoy segura de que aquellos cólicos tan terribles eran un aviso de que
no la convenía, como así resultó ser.
-La ley de la Atracción, es similar a la Ley de
la Gravedad, porque ambas actúan sobre nosotros.
-La ley de la Atracción como dice “El Secreto”,
es una especie de fotocopiadora gigante que
hace fotocopias de nuestro contenido mental y nos las devuelve en las
circunstancias y acontecimientos de nuestra vida.
-Tenemos que recordar que siempre emitimos una
frecuencia al Universo, así que estaremos atentos para que las señales que
lancemos sean las que queremos recibir
multiplicadas, y no volveremos a emitir malas señales nunca, por la cuenta que
nos trae.