Me acaba de llamar una amiga para darme las gracias,
porque dice qué gracias a mí, todo la funciona de maravilla, que he cambiado su
suerte.
-Agradezco mucho su buena voluntad, pero qué más
quisiera yo que poder dar buena suerte a todo el que lo necesitara, pero eso no
es posible, ya que cada uno se labra su propia suerte.
-Esta chica habló conmigo, comentándome que
estaba muy descontenta en su trabajo, que en su oficina nadie la respetaba, y que
la reservaban todos los casos peores.
-A mí, se me ocurrió preguntarle que cómo era su
oficina, y que dónde estaba ella sentada.
-Me dijo que estaba sentada de espaldas a la puerta
en un rincón, la dije, que cambiara inmediatamente de lugar, porque según el
Feng Shui, nunca debería uno sentarse de espaldas a una puerta, ya que así, se
exponía a la traición y al engaño por
parte de sus jefes y compañeros, y, perdería en cualquier asunto laboral.
-Al día
siguiente, se fue temprano, y movió la mesa enfrente de la puerta, y ella así
quedaba de espaldas a la pared, que es una manera de recibir el respaldo de sus
superiores y compañeros.
-La pared, ofrece seguridad y protección, y le
dije también que pusiera un poster grande del Himalaya que es una gran cordillera,
porque las montañas, dan mucha
protección y fuerza, y como ella necesitaba muchísima fuerza, esta sería la mejor , porque es la cordillera más grande del mundo.
-Ahora me cuenta que la han ascendido, y consultan con ella
cualquier cosa. Yo me alegro muchísimo.
-Creo que mi amiga, al creer que estaba
protegida y que nada malo podría pasarle, se cambió de imagen, empezó a portarse de otra manera, tuvo mucha más
confianza en si misma, y grabó en su subconsciente que era capaz y que lo iba a
conseguir, y gracias a Dios lo consiguió.
-¡Enhorabuena!, me alegro de haberte aconsejado
, ya sabes que yo se muchas cosas de buena y mala suerte, porque confieso que
soy un poquito supersticiosa.