Hoy se celebra el día de la mujer, y, se
conmemora la lucha de aquellas que estando discriminadas, apostaron por la
igualdad, poniendo en peligro sus vidas.
-Google ha puesto su doodle con imágenes de
mujeres en diferentes actividades, en unos años en los que tenemos mujeres científicas, deportistas, artistas,
médicos, astronautas…etc, (aunque en España
ganemos las mujeres un 17% menos que los hombres por hacer el mismo trabajo,
y las que tienen hijos, un 5% menos que las que no los tienen).
-La Secretaria de Estado por los derechos de la
mujer en Francia, afirma hoy en el periódico “La voz de Galicia, que las
mujeres no solo cobran menos, sino que
además desembolsan un importe mayor que los hombres por el mismo producto, ya
que al poner una talla más pequeña, por ejemplo a los guantes de fregar, un
cepillo de dientes rosa, o un desodorante, todo ello colocado en el estante femenino, esto lo sube
de precio automáticamente, por lo que lo llaman “tasa rosa”.
(La chica del dibujo, es multitarea, como lo somos la mayoría de las mujeres).
- En estas fechas siempre me acuerdo de mi madre, de mis tías,
de mi abuela, de aquellas mujeres valientes que vivieron en sus años jóvenes, o
siendo madres de chicas jóvenes una guerra cruel y terrible, en un Madrid,
donde pasaron tres años de miedo y de hambre.
-A pesar de que sus vidas se volvieron a
enderezar, y volvieron a tener una
posición desahogada, nunca olvidaron aquellos años, y lejos de centrarse en el
rencor y en la crítica política llena de veneno, estaban llenas de divertidas
anécdotas, donde contaban lo ricas que sabían las mondas de patatas fritas, o
hablaban de “Pitita”, una hermosa gallina que mi tía Loty cambió a un soldado
por un jersey tejido a mano, y que al llegar a casa, fueron incapaces de matar.
-Contaba mi abuelita con mucha gracia, que la
gallina, asustada se subió a los pies de su cama, que era de tubos metálicos dorados, y se
agarró a uno de los tubos y no hubo manera de soltarla, así que la dejaron un
poco en penumbra para que se tranquilizara, y cuando se dieron cuenta, había puesto un
huevo; así que decidieron adoptarla, y vivió
con ellas en casa durante toda la guerra.
-Tener una gallina en casa es complicado, porque
se pasa el día soltando “cagaditas” a diestro y siniestro, así que mi abuelita
que era una mujer ingeniosa que cosía muy bien, la hizo unos pantalones para
que no llenara de cacas la casa, y ella correspondió a tanta amabilidad, poniendo
un hermoso huevo cada día.
-Aprendieron a cocinar casi sin ingredientes, y
muchísimos años después, cuando nosotros éramos pequeños, seguían siendo
capaces de hacer unas exquisitas natillas con solo un huevo y leche, y todos los días para merendar, teníamos un
enorme bizcocho “económico”, que solo llevaba un huevo, y era un auténtico “bocatto
di Cardinale”, que viene a ser algo así, como digno de un cardenal, que es un
representante directo de Dios.
-Así que felicidades a todas las mujeres.
-Buenas noches