La familia Bloom: Camerón(el padre), Sam (la madre), sus tres hijos Reubén de 13 años, Noah de 11 y
Oli de 9, unos australianos con muy buen
corazón, acogieron en su casa a una pequeña urraca de 3 semanas, que se había
caído del nido que estaba en un árbol.
-Todos la curaron y cuidaron de ella, como si se tratara de un miembro de
su familia bautizándola con el nombre de Penguin.
Mi hija Gema, me mandó anoche esta conmovedora
historia, y no he podido resistir la tentación de
escribir sobre ella y compartirlo con todos vosotros.
- Noah, que ahora tiene 11 años, descubrió a la
pequeña urraca, cuando aleteaba,
intentando volar por el suelo, cerca de una librería.
-Una vez
curada, la dejaron volar libre, pero ella
volvía enseguida a visitarles.
-La urraca espera por las mañanas a que la
familia se marche a sus quehaceres, y entonces se va a volar por ahí, pero a la
hora del regreso, siempre está en casa esperándoles, y les recibe con un
saludo:
-“Es como un perro moviendo la cola: se sienta
en el árbol y agita sus alas como si estuviera muy contenta, ha explicado
Cameron a “ABC News”.
-La han alimentado con muchísimo cariño, dándole
comida especial para urracas, y es tan atrevida que la coge con su afilado pico
de la boca.
-Muchas mañanas, vuela a la cama, y se queda allí, adoptando una postura absolutamente humana, porque siente
que está entre los suyos.
-Es muy guapa y tiene cara de lista. Los niños
la quieren mucho, y es la mejor mascota que pudieran soñar.
-La encanta jugar con ellos, y cuando no la
hacen caso, grita para llamar su atención.
-Se pone tripa arriba para que la acaricien, y a
pesar de que tiene libertad para irse, solo se pasea cuando los niños van al
colegio, y luego regresa a casa a la
misma hora.
-Al principio la enseñaron a volar agitando los
brazos, y ahora cuando juegan hace lo mismo que ellos.
-Un lugar favorito, es el pelo de Noah, donde se
mete como si fuera un pequeño nido.
-A la hora de hacer los deberes, es capaz de
agarrarse a la tapa del portátil y quedarse quieta para no molestar.
-Ha aprendido a ponerse en los pies, haciendo
equilibrios, y la gusta mucho, porque así consigue que todos la hagan caso.
-Cuando los chicos juegan al voleibol, Penguin,
va volando de un niño a otro, organizando un pequeño caos, pero tanto a los
chicos como a sus amigos, no solo no les enfada este comportamiento, sino que
les divierte.
-Intenta imitarles cuando hacen ejercicio, y
aquí vemos que agarra su pequeño alambre como si fuera la barra de ejercicio
del niño.
-Las otras urracas, son peligrosas, porque la
intentan atacar, así que en cuanto las ve venir, vuela hacia casa a buscar
ayuda.
-Sam , se ríe con sus juegos, y ella , después
de picotearla un poco, vuelve con los chicos.
-Un día que apareció otra cría en el vecindario.
Penguin , hizo amistad con ella, y a todos les emocionó, ver como se
relacionaban.
-A veces, come en la mesa con todos, picoteando
de acá para allá.
-Buenas noches