A todos nos gustaría que la vida nos ofreciera
una razón para justificar las cosas que nos pasan, pero desgraciadamente no es
así y cuando suceden cosas tan terribles como ha sido la muerte de Borja, un
chico bueno, de 23 años, con toda la vida por delante, con una familia y amigos
que le adoraban…..nos dejan sin palabras.
-No paro de pensar en mi amiga Montse, porque la
pérdida de un hijo creo que es una de las peores cosas que nos pueden pasar en
la vida, porque parece que no es lógico, que no le correspondía.
-Nosotras esperábamos el milagro, por eso,
hicimos una cadena de cariño y oración que cada día era más grande, (
últimamente se sumaron a ella miles de personas de todas las partes del mundo),
pero, no hemos podido conseguirlo.
La muerte de un chico tan joven, produce un
dolor devastador que te aísla de todo y de todos, porque la gente a veces te
resulta extraña, y creo que lo peor es comprobar que para todo el resto del mundo,
la vida sigue como si nada….
-Yo no soy quien para aconsejar nada, pero creo
que la única manera de poder sobrellevarlo, es encontrar un grupo de apoyo,
como hizo una vecina y amiga muy querida
cuando pasó por el mismo trago, con su querida hija, y con la misma enfermedad;
creo que las dos están viviendo situaciones parecidas, y es algo que cuando te
sucede, te hace desconfiar hasta de tus
creencias……
-Las madres además siempre nos sentimos responsables de nuestros
hijos, seguimos siendo con ellos, igual de protectoras que cuando eran pequeños, y tendemos a culparnos por algo que pasó, o por algo que no hicimos,
o por lo que sea, y es una emoción insufrible.
-No se puede encontrar una respuesta racional a
todas las preguntas que nos acosan, y no somos capaces de afrontar que es algo
inevitable…..
-Además nuestra sociedad, no nos prepara para la
muerte de nadie, y menos para la de un hijo joven.
- Vivimos de espaldas a la muerte, y se
considera de mal gusto hablar de ello, y esto probablemente hace que las
personas que están pasando por estos duros momentos, no se sientan apoyadas, ni
les resulte fácil hablar de ello en
profundidad con las personas queridas.
-Lo que hay que pasar es el duelo, que será muy
largo y muy doloroso, ya que no es lo mismo que la muerte de un padre o de una
madre ancianos, a los que aunque quisiéramos con locura, les había llegado su
hora, y es ley de vida.
-Creo que al principio, la sensación peor es la
de estar en el centro de una gran injusticia.
-Deseo de todo corazón que Montse encuentre la manera de afrontar este
tremendo dolor a pesar de ser algo insufrible, y que se deje querer y apoyar
por tanta gente que la queremos, y un día con más calma, sin olvidar a su niño,
poco a poco vaya recuperando las ganas de vivir….
-La voy a poner mi oración favorita, para los
malos momentos.
“Que la serenidad Dios me conceda
De aceptar lo que no puede cambiarse
El valor de cambiar lo que es cambiable
y el don de discernir la diferencia”-
-¡Lo siento muchísimo Montse! ¡Un abrazo muy
fuerte!