Es una palabra preciosa, que proviene del griego, y
significa tener un Dios dentro de ti.
-Cuando las personas estamos entusiasmadas e ilusionadas,
podemos favorecer las funciones superiores de nuestro cerebro.
-La felicidad, favorece nuestra salud, ya que el
estado ideal de todo ser humano es ser feliz, aunque a veces lo olvidemos…..
-Si tenemos confianza en nosotros mismos, la
zona pre-frontal del cerebro ( que es donde tienen lugar los pensamientos más
avanzados), donde inventamos nuestro futuro, solucionamos nuestros problemas
valorando las distintas alternativas: estará de nuestra parte, y acabará mostrándonos aquello que nuestro corazón quiere.
-La ilusión y el entusiasmo, nos permiten actuar
como si fuéramos muchísimo más listos de lo que en realidad somos, y al
sentirnos nosotros capaces y merecedores de lo mejor, conseguiremos ir mucho
más allá de lo que cabría esperar por nuestra trayectoria.
-Una ciencia nueva, “La Psiconeuroinmunobiología,
es la que estudia las conexiones
existentes entre el pensamiento, la palabra , la mentalidad y la fisiología, ha
demostrado recientemente que nuestros pensamientos y las palabras que
pronunciamos, son una forma de energía que tiene la capacidad de interactuar
con nuestro organismo, consiguiendo cambios físicos muy profundos.
-También sabemos que cada minuto desperdiciado
en rememorar cosas malas, y, en
pensamientos negativos, dejará nuestro sistema inmunitario hecho polvo durante
6 horas.
-El
estrés, es capaz de hacer mucho daño al cerebro, lesionando nuestras neuronas de la
memoria y del aprendizaje, que están localizadas en el hipocampo, dejando zonas del cerebro necesarias para tomar
decisiones, sin riego sanguíneo.
-Como nuestro cerebro es exagerado, deberemos
exagerar cualquier cosa que queramos como si fuese real y ya la tuviéramos.
-Nuestras palabras se cosifican, así que nos
hablaremos a nosotros mismos con entusiasmo, de forma alegre y positiva y
nuestro cerebro se remodelará para mejorar y estar a la altura que cree que
debe estar, por lo que remodelará su estructura, mejorando nuestros circuitos
cerebrales.
-Don Santiago Ramón y Cajal. Premio Nobel de Medicina afirmaba:
-“Todo ser humano, si se lo propone, puede ser
escultor de su propio cerebro”.
-Buenas noches.