-La ira es una reacción emocional necesaria y útil,
en momentos críticos y graves como puede
ser una injusticia, y nos da fuerzas para reaccionar ante ella.
-Lo malo de la ira, es que a veces por su culpa
perdemos el control, y se convierte en algo destructivo que puede desembocar en
pérdida de trabajo, de amigos, incluso nos puede ocasionar un ataque al corazón.
-Lo grave de esto, es que existen muchas personas
iracundas, que se han acostumbrado a reaccionar con ira casi ante cualquier
contrariedad, aunque no estén amenazados por ningún peligro, sino que pueden empezar por cualquier cosa que les contraríe, como un simple embotellamiento de
tráfico.
-Este dibujo que he copiado de Internet, representa muy bien lo auto destructiva que es la ira
-De pequeños estudiamos la ira en el catecismo,
porque era un pecado capital, y nos dijeron que había una virtud contra cada
pecado capital, por eso me acuerdo de que contra la ira , estaba “la paciencia”, así que si
queremos dejar de ser iracundos, tendremos que empezar a ser pacientes.
-Los adultos no tenemos más remedio que aprender
a gestionar esa ira , porque las personas que no son capaces de expresarla,
acaban convirtiéndose en personas pasivo-agresivas, de las que cargan sus
problemas con cualquiera sin atreverse nunca a dar la cara; son esos que
menosprecian a los demás, que siempre están criticando, y que nunca consiguen tener
relaciones duraderas.
-Todas las personas que se enfadan por cualquier
cosa, son personas con muy baja tolerancia a la frustración, suelen haber sido
niños consentidos y maleducados, por lo que de adultos siguen exigiendo esa atención prioritaria que tuvieron de
pequeños.
-La familia influye mucho, porque tendemos a
copiar conductas, y si nuestros padres eran iracundos, tenderemos
instintivamente a serlo.
-Las personas que no sepan manejar su ira,
deberían consultar con un buen psicólogo, porque bastarían 8 o 10 sesiones para
mejorar muchísimo.
-Buenas noches y mucha paciencia.