"SI NO TIENES LO QUE TE GUSTA, HAZ QUE TE GUSTE LO QUE TIENES"
De tí depende que tu vida sea feliz,debes escoger tus ingredientes.


martes, 28 de diciembre de 2010

"Hay que perdonar, porque perdonar cura"







Tenemos que perdonar a los que nos han hecho daño, pero no solamente porque somos buenos y generosos, sino por salud mental.
-Si no perdonamos, estamos cargando toda la vida con un enemigo a la espalda.
-Cuando conseguimos perdonar a quien nos ha herido, empezamos a liberarnos echando fuera de nuestra alma el rencor, y la venganza que nos estaba consumiendo.
-Nos cuesta mucho trabajo superar las ofensas, pero el odio y la venganza no conducen a ningún sitio, y solo consiguen envenenar nuestra vida. Una persona rencorosa que no es capaz de perdonar, queda atrapada en el pasado, y se pasa la vida repitiendo la misma película de ingratitud e injusticia, y acaba arruinando su vida.
-Me impresionó muchísimo, cuando me enteré de que cuando recuerdas una situación que has vivido, el cuerpo reacciona de la misma manera que cuando ocurrió, reproduciendo los mismos sentimientos y las mismas sensaciones que cuando sucedieron.
- Esto es gravísimo, porque si te hicieron mucho daño, cada vez que te acuerdas, tu corazón latirá al galope, pudiendo sufrir un infarto, tus músculos están en alerta y te pondrás tenso, pudiendo tener un derrame cerebral o una angina de pecho.
-Perdonar es tomar la decisión de desprendernos de las cosas malas de nuestro pasado para sanar el presente.
-Es mucho más sano perdonar, y decir: “Fulanito, es un impresentable, un desagradecido, y un tonto, porque jamás voy a volver a preocuparme por lo que me diga. ¡Le perdono y que se le haga el bien!
-Se ha demostrado que cultivar el rencor dentro de nosotros mismos obstaculiza nuestro desarrollo personal y profesional, y nos conduce a tomar malas decisiones.
- Hace que nuestro cuerpo libere sustancias asociadas con el estrés, que tienen efectos negativos sobre la salud.
-Yo cuando estoy muy dolida, pienso en un globo grande, donde meto todo lo malo que me han hecho, y todos los malos sentimientos que me provocan, lo cierro lo lanzo a la estratosfera que está altísima, y allí se destruye, y jamás vuelve.
-“Perdona siempre a tu enemigo. No hay nada que le enfurezca más”.
-Tenemos que conseguir enseñar a los niños una cultura del perdón, para construir juntos un mundo habitable, donde sean felices, porque el rencor solamente traerá enfermedades y tristezas, y además:
-“¿Quieres ser feliz un momento? Véngate.-¿Quieres ser feliz siempre? Perdona.