"SI NO TIENES LO QUE TE GUSTA, HAZ QUE TE GUSTE LO QUE TIENES"
De tí depende que tu vida sea feliz,debes escoger tus ingredientes.


jueves, 23 de diciembre de 2010

"La Manera de Arreglar el Mundo"





En estos últimos días del año, las noticias de la crisis, los pronósticos terribles sobre nuestro futuro económico, y la negatividad general me han hecho recordar un maravilloso cuento de mi admirado Gabriel García Márquez que se titulaba “Arreglando el Mundo”.
-Había una vez un científico preocupadísimo por los problemas mundiales, que se dedicaba a buscar la manera de resolverlos. Por ello se pasaba el día entero trabajando en su laboratorio, descuidando a su familia.
-Un día su hijito de 7 años, entró allí, ( aunque se lo tenían prohibido) para ver a su papá.
-El papá nervioso porque se había atrevido a interrumpirle, le pidió al niño que se marchara de allí, pero el niño no hacía caso, e insistía en quedarse. El padre decidió buscarle algo para mantenerle entretenido y evitar que le molestara.
-Encontró una revista de muchos colores con un gran globo terráqueo en las páginas centrales.
-Cogió unas tijeras, y cortó el globo en muchísimos pedazos, y cogiendo un rollo de cinta cel-lo(adhesiva), le dijo:
-¡`Siéntate aquí en esta mesita, y como te gustan tanto los rompecabezas, te doy el mundo, que está todo roto, para que tu solito lo repares, y no te muevas hasta que lo hayas conseguido!.
-El niño se sentó entusiasmado, y el científico calculó que tendría paz durante el resto del día. Pero cual sería su sorpresa, cuando al poco tiempo, al levantar la cabeza, vio al niño calladito a su lado, con el mapa en la mano perfectamente pegado.
-Papá, ya lo hice todo, conseguí arreglarlo
-Se quedó pasmado al comprobar que el mapa estaba completo, porque sabía que su niño, nunca antes había visto el mapa. Así que le dijo;
-Hijito, si tú no sabías cómo era el mundo, ¿cómo lo lograste arreglar?
-Papá, es muy fácil, yo no sabía como era el mundo, pero cuando arrancaste el mapa de la revista para recortarlo, vi que al otro lado había un hombre.
-Así que di la vuelta a la hoja, y cuando conseguí arreglar al hombre, di otra vez la vuelta a la hoja, y vi que ya había arreglado el mundo.
-¡Si arreglamos al hombre, arreglaremos el mundo!