"SI NO TIENES LO QUE TE GUSTA, HAZ QUE TE GUSTE LO QUE TIENES"
De tí depende que tu vida sea feliz,debes escoger tus ingredientes.


viernes, 20 de enero de 2012

"Si Quieres Algo, Dilo"


Pienso que acabaríamos con muchísimos malentendidos, si dijéramos las cosas que queremos hacer, que nos gustan o que nos apetecen.
-  Muchísimas personas creen que sus cónyuges, sus amigos o sus familiares, tienen el don de adivinar el pensamiento, y esto trae a veces enfados absurdos.
-Tendemos muchas veces a ser un poco desconsiderados con las personas que queremos, y con las que tenemos mucha confianza, cuando debería ser al revés.
-A veces,  somos muy atentos con nuestros amigos, con las enfermeras de nuestros médicos, con los profesores de nuestros hijos y en cambio a nuestros maridos o  mujeres, jamás les regalamos  bombones, flores, o un libro, quizás porque pensamos que es una tontería.
-Mi madre siempre decía que había que guardar lo mejor para casa, y la molestaban mucho los que fuera de casa eran encantadores, y en casa eran antipáticos, y, solía decir: eso es ser “Candil de calle”.
-Una gran cantidad de personas opina que cuando hay confianza no hace falta, y creo que cuanta más confianza hay, más falta hace.
-A veces, nuestro marido, o nuestra amiga, o nuestra hermana, va al cine, o a una exposición, o de visita, o que se yo; y cuando nos lo cuenta, nos llena de ira, porque estábamos deseando ir nosotros, y nos parece que es una desconsideración.
-Pero si es normal que vaya al cine, o a la exposición , o a la visita solo o sola, porque  normalmente, no nos suele apetecer acompañarles, pues, si un día nos apetece, tendremos que decírselo   no podremos enfadarnos, sino que simplemente les  diremos, . ¡Qué pena, porque si me lo hubieras dicho, me hubiera encantado ir contigo!.
-Este tipo de cosas suceden porque no nos comunicamos todo lo que deberíamos. Tenemos ser más correctos con los familiares, y tratarles como trataríamos a un invitado  que tuviésemos en nuestra casa; seguramente, les diríamos antes de salir adonde pensamos ir, y les  preguntaríamos si les apetecería acompañarnos.
-La falta de atenciones y de detalles, a la larga terminan minando las relaciones, sobre todo las de pareja, porque con los años y el exceso de confianza, se cuidan menos las formas.
-También ocurre, que empleamos  coletillas como: “como tú, piensas que yo soy……lo que sea.
-Esto es muy corriente y mucho más grave, porque la persona que dice eso, cree que puede leer nuestra mente, y además, casi siempre se confunde.
-Debemos intentar por todos los medios, no perder la compostura, porque “palabra suelta, no tiene vuelta”, y a veces una palabra mal dicha en un momento de enfado, a veces tarda años en olvidarse.
-Hay muchas personas que en su casa se olvidan del por favor y del gracias, y en la calle los utilizan con todo el mundo.
-Recuerdo hace años, cuando éramos muy jóvenes, que se presentó en mi casa una amiga que estaba muy enfadada con su marido, por nada concreto, sino porque habían pasado mil cosas pequeñas, que denotaban mucha desconsideración hacia ella, que la habían hartado.
-Mi marido, se bajó al parque con los niños, para que pudiéramos charlar a gusto, y cuando ya se iba para casa, yo le sugerí, que tratase a su marido, como si fuera el mío que había llegado a su casa de visita, (esto era una broma que siempre nos decía mi madre a nosotras). Nos morimos de la risa, y quedo en probarlo.
-La verdad es que me olvidé del tema, pero una semana después, me llamó para contarme que todo iba de maravilla, que su marido se había quedado de nieve, cuando ella, tratándole como si fuera unA visita, le preguntó si quería tomar algo, le sirvió una cerveza con una tapa y se sentó a charlar…….
-Para este chico, el ver que su mujer le trataba con tanta consideración, y que paraban los reproches y las malas palabras, le hizo reflexionar, y desde entonces todo les ha ido mucho mejor, ya que aún siguen juntos.
-Debemos ser cuidadosos y no dar nunca malas contestaciones, sino explicar que estamos cansados y que necesitamos un poco de silencio, en lugar de decir de mala manera:”Déjame en paz” o “Cállate de una vez” .
-Sobre todo, y lo más importante, es que recordemos que cuando queramos algo, tenemos que pedirlo, porque nunca nos van a adivinar el pensamiento,