"Vamos A No Hablar De La Crisis"

Nunca hablar de algo malo y negativo, ha solucionado nada a lo largo de la historia, desde que el hombre inventó la imprenta, y transmitió sus pensamientos y sus más íntimos sentimientos por escrito.

-Puede resultar curativo y reconfortante hablar de
le manera de mejorar un problema, la manera de superarlo, intentar encontrar salidas……

-Es muy positivo reunirse a buscar soluciones al problema, pero repetir todo el rato de manera machacona “La crisis”, “Estamos en crisis”, o “Con esta crisis”, es como diría José Mota “Cansino”.

-Esta mañana, he puesto la tele mientras hacía mis aerosoles, y era todo tan tremendo y tan catastrofista, que me han dejado el alma en un puño, así que me he puesto a reflexionar…..

-Creo que sin darse cuenta, la gente con esta manera de hablar, solamente logra atraer hacia su vida, mucha más negatividad, y ninguna solución.

- Sabemos  que la palabra es una varita mágica, y que las cosas se cosifican.

-Os voy a poner un ejemplo que nos pasó a nosotras de primera mano hace unos meses.

-Mi hija y yo, vamos a menudo a una tienda muy bonita de bolsos que hay en un centro comercial, porque tiene mucha calidad y buen precio.

-Un  día, tenían  una bolsa preciosa, que le encantó a mi hija Gema, porque era ligera, no pesaba, y cabían muchas cosas en diferentes departamentos con cremalleras.

- Al salir de la tienda me dijo:
- Si me aceptan en el curso que quiero hacer, me la compro, y al rato, se quedó pensativa, y dijo:

- Mamá, ven que me la voy a comprar porque me aceptan seguro, y  a los pocos días, la llamaron como esperaba……

-A  los pocos días volvimos a la tienda, y Gema les contó a las dos chicas, la suerte que la había dado el hecho de comprarse la bolsa con aquella actitud positiva, dando por hecho que la iban a llamar.

-Una de las chicas, que acababa de empezar  a trabajar en la tienda hacía un mes escaso, dijo que ella se apartaba una para comprársela por la tarde al terminar su jornada, porque si seguía trabajando allí, iba a ir a clases de inglés y la venía bien para llevar los libros y le preguntó a su compañera que si quería que la reservase otra, porque quedaban pocas.

-La encargada, que conocíamos nosotras, a pesar de que llevaba trabajando allí varios años y que nos había contado que llevaba a  su niña de 1 año a la guardería allí mismo, y que la venía muy bien; contestó que no, que habían bajado mucho las ventas, y que seguramente la echarían a la p. calle cualquier día (literalmente).

-Nosotras nos quedamos heladas, al oír que dijo tantas veces que la echarían de un trabajo tan bueno y tan entretenido que tenía desde hace tanto tiempo, y la advertimos del peligro de verbalizar esa frase tan tremenda, pero se rió, y no nos hizo ni caso.

-Al mes o así, volvimos al centro comercial, y nos pasamos por la tienda; y cuál no sería nuestra sorpresa al comprobar que la jovencita estaba de encargada, y que también había un chico.
- Preguntamos por su compañera, y nos dijo que había pensado muchísimo en nosotras, porque a los pocos días, el jefe se presentó y había echado a la chica, argumentando que ya no se la veía contenta y que no daba buena imagen a la firma.

-Creo sinceramente que hablar tan negativamente hace que se materialicen las cosas negativas, por eso cuando la gente a veces entra en una mala racha y  dice: ¡Estoy fatal! ¿Cada día me va peor!... y lo dice, pues cada  cada vez les va peor.

-Pienso desde hace muchos años que lo semejante atrae a lo semejante, así que como siendo negativos no vamos a conseguir nada, pues diremos solamente cosas positivas, porque el subconsciente no tiene sentido del humor, y si somos muchos los que damos un sentido positivo a nuestra vida, haremos una cadena de positividad, que por lo menos nos subirá a todos la moral y el ánimo.

-  Animaremos a nuestros amigos que lo están pasando mal, diciéndoles que cuando se ha tocado fondo, toca otra vez subir.

-Nos reiremos siempre que podamos, y daremos gracias por todos los bienes que tenemos y por todos los que nos vienen de camino.

-Debemos pensar que la positividad es una semilla que hemos plantado en un tiesto y que tenemos que regarla un poquito cada día, y que pasados unos cuantos días, como ocurre en la realidad, empezará a asomar la planta porque primero ha necesitado un tiempo para crecer por debajo de la tierra, y poco a poco, se irá haciendo grande, si confiamos en que lo hará.