Es imposible
últimamente no oir malas noticias.
-Los
periódicos sacan en portada la corrupción política, la financiera y las huelgas
de los que no están de acuerdo con algo.
-A fuerza de
oír malas noticias la gente se amarga, se negativiza y crea un mal ambiente general.
-Yo, como Facundo
Cabral sigo confiando en el hombre, y pienso que la mayoría somos buenos y
honrados.
-¿Por qué si
en el mundo hay tantísima gente buena reina la maldad? , creo que es una cuestión de ruido.
-Los malos
hacen mucho más ruido que los buenos.
-las bombas
suenan mucho más alto que los besos y que los abrazos a pesar de que se den
muchísimos más besos y abrazos que bombazos.
-Tendemos
por una extraña inercia a contar lo malo.
-Si a una
persona, antes de salir de casa alguien la pega, saldría al descansillo
llorando y lo contaría, pero si la besan sus seres queridos, no se lo dice a
nadie.
-Si cuando
nos preguntan los amigos al encontrarnos después de un tiempo por nuestra
salud, contestamos muy deprisa bien gracias, es que estamos muy bien, pero no
entramos en detalles.
-En cambio, si estamos
malos, nos dedicamos a hacer una lista de nuestros males, dolores, tratamientos
y estados de ánimo.
-Yo propongo
que mañana aunque solo sea durante una hora nos dediquemos a contar lo bueno, a
dar las gracias y a sonreír a los que se
crucen con nosotros, porque a veces una sonrisa nos puede arreglar un mal día.
-Debiéramos
dar las buenas noticias con el mismo énfasis con el que solemos dar las malas …..
-Imaginaros un
mal día, y como se lo contaríamos a nuestros amigos:
-‘¡Hoy he
tenido un día malísimo!”. Me levanté tarde y al salir corriendo hacia el cuarto
de baño, me di un golpe terrible en un dedo del pie y creo que me lo he partido.
-¡El maldito
agua caliente no salía y a pesar del
dineral que pago de comunidad, me he tenido que duchar con agua fría.
- Se me han
quemado las tostadas, y al salir estaba estropeado el ascensor y he tenido que
bajar los diez pisos andando……
lógicamente he llegado tarde al trabajo porque
había un tapón horroroso en el Nudo de Manoteras, y mi jefe me ha mirado con
cara de perro.
-Ese es un
mal día de los que a veces tenemos, pero la mayoría que son buenos, deberíamos contarlos también:
-Hoy me he
levantado prontito y he podido ver amanecer que desde el décimo piso que yo
vivo, es todo un espectáculo ya que
puedo ver hasta La Sierra del Guadarrama.
-Me he
duchado con agua calentita mientras escuchaba una música preciosa, y he
desayunado mi cafetito con una tostada
riquísima con tomate que me ha recordado mi infancia.
- He llegado
un poco pronto al trabajo ya que he ido por el túnel de la Estación de Chamartín,
y me he ahorrado el tapón del Nudo de Manoteras.
-He aparcado
en la puerta y mi jefe me ha dicho que cuanto madrugaba sonriéndome muy amable.
-Este
ejemplo quizás es un poco exagerado, pero creo que debemos pensar en que ya hay
demasiada negatividad a nuestro alrededor y demasiado mal rollo para que
nosotros que somos positivos lo aumentemos.
-Intentaremos
ser optimistas y ser felices, porque como pongo yo en la cabecera de mi blog:
“-Si no
tienes lo que te gusta., haz que te guste lo que tienes”