-La vida nos sorprende a diario, y casi nunca
sabemos lo que va a suceder realmente.
-Fracasar es no lograr los objetivos que
esperábamos a corto o largo plazo, y casi siempre que fracasamos, nos queda un mal sabor de boca
y una gran sensación de frustración.
-No vamos a caer en lo que decían nuestros
abuelos, y que tantas veces hemos
criticado sobre que si queremos conseguir algo, tenemos que sufrir. “Lo que
cuesta , vale”, porque no estamos de acuerdo.
- A veces de un tremendo fracaso sacamos una lección muy
beneficiosa; no solamente para nuestra vida futura, sino también para nuestro
desarrollo personal.
-Somos capaces de cambiar si nos damos cuenta de
lo grave que sería no hacerlo.
-Si algo nos ha salido mal, no deberemos verlo
como un gran fracaso, sino que deberíamos
verlo como un aprendizaje e intentar no
regodearnos con él.
-Debemos reflexionar sobre el hecho de que ante
la mayoría de las situaciones, tenemos que escoger, y como se ve claramente,
cada vez que elegimos, tenemos un 50% de posibilidades de acertar y otro
50% de confundirnos.
-Convivimos con el binomio ensayo- error; el aprendizaje mediante este método, supuso un
gran avance en la Psicología, porque Thorndike, postuló a partir de él la” Ley
del Efecto”.
-Tenemos que aprender a gestionar los fracasos,
pero para hacerlo adecuadamente, primero tenemos que saber claramente, si ese
fracaso es un contratiempo real, o es un fracaso imaginario, que pensábamos que podríamos hacer más
adelante.
- Sería maravilloso que consiguiéramos controlar nuestros fracasos, abriendo un gran paraguas que nos protegiera de las críticas, las dudas y las inseguridades, y que al cabo de un tiempo prudencial, cerráramos y volviéramos a disfrutar del sol.
-La gestión del fracaso es muy importante entre
otras cosas porque a veces un fracaso estúpido nos hace tanto daño que se lleva
con él, nuestra autoestima.
-Al sentirnos fracasadas, nos convertimos en unas personas miedosas, que
se sienten desvalidas y fuera de la zona
de confort, estamos fuera de nuestro “Statu quo”,( estado del momento actual), que es como cada uno de nosotros se ha
acostumbrado a vivir,(aunque a veces no fuera
ningún lugar, maravilloso), pera era nuestro sitio.
-Cada palabra que pronunciamos, cada situación,
va acompañada de una sensación, que es la que va a marcar nuestra manera de
actuar.
- Si pensamos de una manera diferente, seremos
personas diferentes, como afirmaba Albert Einstein, porque somos los creadores
de nuestras vidas.
-Controlar nuestras emociones es importantísimo, porque si no sabemos hacerlo,
podemos sufrir, mientras que si lo hacemos bien, no solamente lo superaremos,
sino que mejoraremos muchísimo.
-Es muy difícil pensar con claridad cuando
estamos ante un gran fracaso. A veces
sufrimos por aquello que no solo no ha sucedido, sino que probablemente nunca sucederá.
-“Mi vida estuvo llena de desgracias, que la
mayoría nunca sucedieron”, decía Descartes.
-Verbalizar las emociones, no solamente nos
ayuda a prevenir la depresión y los ataques de ansiedad, sino que puede alejar el Alzheimer.
-Si tenemos un hobby, si pintamos, leemos,
hacemos deporte…..estamos luchando por proteger nuestra vulnerabilidad, por la
causa que sea, y aunque caigamos en el desánimo, nos recuperaremos mucho antes
que los que no tienen nada ni nadie que les ayuden.