La tristeza es una de las emociones básicas del
ser humano, junto con la alegría, el miedo o el asco.
-Decía Juan Jacobo Rousseau el gran filósofo:
-“El alma resiste mucho mejor los dolores agudos
que la tristeza prolongada”.
-Cuando estamos tristes, sufrimos un decaimiento
moral, nuestra cara expresa el gran abatimiento que
sentimos, nuestra auto- estima está bajo mínimos, lloramos con muchísima facilidad, y a veces
incluso perdemos el apetito.
-Según Eduardo Punset; “la tristeza es el impacto negativo de no
quererse a uno mismo”, y también el
resultado de nuestra incomunicación, porque sentimos que los demás no nos
comprenden, que es lo que suelen pensar los adolescentes, sin darse cuentan de
que si no verbalizan sus sentimientos, la gente no suele ser capaz de leer la
mente.
-Dicen que las personas que caen a menudo en
ataques de tristeza y de melancolía, suelen haber sido niños a los que no quisieron ni mimaron lo
suficiente en su primera infancia, y que ahora de adultos, reclaman ese amor al
que saben que tenían derecho.
-La solución práctica y sencilla para luchar rápidamente, contra este terrible estado de ánimo, consiste en sonreír; hay que sonreír
aunque para ello necesitemos morder un bolígrafo, porque en cuanto sonriamos,
dejaremos automáticamente de estar tristes.
-Acercarnos a aquellos que nos quieren es muy
reconfortante, pero a veces es necesario decírselo:
¡Ayúdame, estoy triste!....
- Cuando estamos tristes, una de las cosas que
nos ponen más nerviosas es cuando la gente se nos acerca para decirnos: Arriba
ese ánimo!, o ¡Todo tiene arreglo!, porque lejos de conseguir lo que creen, nos enfadan.
-Las amigas son la mejor arma contra la
depresión. Las mujeres cuando estamos en terreno seguro, en ambiente cariñoso
y confortable, segregamos endorfinas que
son las hormonas de la felicidad, y cuando uno está feliz, no puede estar a la
vez triste, así que una reunión de amigas consigue más que unas pastillas.
-A veces la tristeza sin motivo aparente, es
debida a que algo en nuestro organismo no marcha bien;es una llamada de atención,
es algo parecido al extraño ruido que hacen a veces los coches, y que sirven
para avisarnos de que hay que pasar por una ITV.
-Así que si nos sentimos muy tristes, decaídos,
sin ganas de nada, a lo mejor sufrimos un desequilíbrio orgánico; que se puede resolver rápidamente con un tratamiento,
pero por si acaso cogeremos un papel y
una pluma, o nuestro ordenador, o la tableta, y haremos una lista de cosas buenas que tenemos, y otra de cosas
malas.
-Si hacéis la prueba, comprobaréis que hay
muchísimas más cosas buenas que malas en
nuestra vida por muy tristes que estemos.
-¡Buenas noches!