He descubierto que tengo el hábito de guardar; yo ya sabía que me gusta guardar muchas cosas, que me da pena desprenderme de
ellas, pero no sabía la gravedad de que esto se ha convertido en un hábito.
-Yo, creía que era una persona próspera, pero
por lo visto, esto de guardar, está reñido con la prosperidad, porque mientras
esté llena de cosas inútiles, que no uso, que no me sirven , estaré cargando
material y emocionalmente con ellas, y estas cosas ,me impedirán recibir otras
nuevas que el Universo tiene preparadas para mí, porque no tendré espacio para recibirlas.
-Si la actitud de guardar amarra mi vida, la
tengo amarradísima, porque me suele dar pena deshacerme de cosas que un día me
gustaron, o que tienen recuerdos felices unidos a ellos.
-Mi subconsciente que es el que manda y el que
decide que tengamos esta o aquella actitud, ha aceptado como válida la carencia, eso significa que nosotros sin darnos
cuenta habremos considerado esa posibilidad tan terriblemente negativa; así que
como se necesitan más de 2o días para cambiar un hábito, practicaremos a diario
deshaciéndonos de todas las cosas que no nos hagan falta.
-Además, guardando corremos el riesgo de guardar
broncas, malos rollos, tristezas, decepciones, y miedos, así que todos los
malos pensamientos y los malos recuerdos, los meteremos en un mágico globo
gigante, lo ataremos con dos nudos, y lo lanzaremos a la estratosfera para que allí arriba se desintegre.
-Regalaremos
a diestro y siniestro, las cosas
materiales: ropa, zapatos, sartenes, utensilios domésticos, y ese montón de
cosas que no usamos hace tiempo, para que cuando llegue el año nuevo, nos
encuentre cambiadas.
- Tendremos muchos huecos en nuestros armarios,
seremos personas capaces de recibir todo lo bueno que nos merecemos y que nos
corresponde por derecho divino, y con
esta nueva actitud, este año seguro que nos las traerá.
-Buenas noches.