Platero , nuestro querido burrito,” pequeño, peludo , suave , tan blando por fuera
que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache
de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro”…… cumple 100 años.
Desde entonces, se ha convertido en una
de las obras más leídas de la literatura universal.
- Se publicó en 1914, y por eso Google nuestro buscador favorito, le dedica su doodle, regalándonos un
precioso dibujo de Platero, que a todos, los que hemos crecido con él, nos
emociona.
Esyte azulejo, está señalando la casa de Platero.
-Juan Ramón Jimenez, su autor, no es tan
conocido por ganar el Premio Nobel de
Literatura en el año 1956, como por ser el padre de nuestro Platero.
-Nosotras crecimos con Platero; “Platero y yo”,
recuerdo fue el primer libro que me impactó, el primero que leíamos con gusto
en clase en voz alta, y del que escribíamos dictados sin rechistar, porque al
terminar, las que no teníamos faltas, podíamos hacer un dibujo del capítulo del
que estaba extraído el dictado.
-Nos sabíamos de memoria muchos trozos, y
competíamos entre nosotras recitándolos en clase, y en casa.
Con esta hoja y esta ilustración, empezaba nuestro cuento de Platero, el que teníamos en mi clase de ingreso de bachillerato.
- Aprendimos a describir con él, porque Juan
Ramón, le hace una auténtica fotografía en tres dimensiones, de su cuerpo y de
su alma, así que todos tenemos guardado al burrito en nuestro baúl de recuerdos infantiles.
-Yo dibujaba muy bien a Platero, porque me
recordaba a los burritos de Carranza, que solo querían jugar y dar trotecitos
por los prados.
-Recuerdo
que fui un verano desde Huelva, con mi marido
y mis hijos a Moguer, a visitar su casa museo.
- Al verle allí en bronce, en una estatua
perfecta que le hizo el escultor León Ortega, confieso que le acaricié el lomo, y, se me saltaron las
lágrimas, porque sentí, que el escultor,
debió amarle, como nosotros, ya que al mirarle,
parece que nuestro burrito va a salir corriendo.
-A mis hijos les gustó mucho, aunque no
entendían muy bien la emoción que yo sentía, y nunca se la he podido explicar, porque nuestra
realidad era tan diferente a la suya, como mi colegio de monjas con su uniforme
azul de tablas y gorro, frente a su alegre uniforme del British Council Schooll
; nuestra ausencia de libros bonitos con ilustraciones,( donde Platero, era el
único que nos gustaba leer voluntariamente) mientras ellos han tenido desde pequeñitos,
maravillosas colecciones de libros y
cuentos, tanto en casa como en el colegio.
-Cuando estábamos estudiando la carrera, nos
enteramos de que Juan Ramón Jimenez, con ayuda de su esposa Zenobia, tradujo 22
obras del poeta y Premio Nobel Indio
Rabindranath Tagore, y esto , nos hizo considerarle mucho más que como padre de
Platero, porque una persona capaz de traducir tan perfectamente
a Tagore, tiene que tener a la fuerza dentro de sí, un alma de poeta…..
-En la casa natal de Juan Ramón Jiménez, hoy
Casa- Museo Zenobia- Juan Ramón, celebraron su cumpleaños con esta tarta tan
rica.
-He visto que muchos profesores trabajan con
Platero para conmemorar su nacimiento, y
me ha gustado esta actividad que consiste en dibujar la silueta del
burrito grande, y pegarle encima las palabras que nos gusten del propio texto,
así quedará cubierto por las palabras favoritos de los niños, a los que estoy
segura quiere.
-El libro de Platero que había en mi casa era
igualito a este.
-Buenas noches