"SI NO TIENES LO QUE TE GUSTA, HAZ QUE TE GUSTE LO QUE TIENES"
De tí depende que tu vida sea feliz,debes escoger tus ingredientes.


sábado, 8 de enero de 2011

"Recogiendo la Navidad"









Hoy ha sido un día un poco triste, por la mañana fuimos al aeropuerto a despedir a mi hijo Daniel que volvía a París después de haber celebrado las navidades con nosotros en casa, y por la tarde he estado envolviendo las figuritas del Belén con mi hija Gema, y guardándolas en papel de seda, y en sus cajitas con los nombres, para que todo sea fácil el año que viene.
-Al acabar estas fiestas, parece que la casa se queda triste, hay más silencio menos bromas.
- Los hijos para una madre, no acaban de crecer nunca, y te preocupan siempre, estando cerca o lejos.
-Estaba recordando hace un ratito, cuando nació mi hijo Daniel, yo era muy joven y estaba estudiando 1º de magisterio. Fue un niño precioso, y cuando mi marido y yo le mirábamos embobados, mi madre nos dijo: ¡Se os acabó la tranquilidad!, yo me quedé muy sorprendida, porque mi madre era una mujer educada, alegre y positiva, y casi nunca decía nada desagradable, por eso yo la dije.
-¿Mamá, ¿por qué dices eso? Ella sonriendo me contestó:
-Ya nunca vais a dormir igual, porque te preocuparás todo el rato, por si respira, si mama, si se pone malo, luego dirás : ¡es tan pequeño para ir al cole!, luego las notas, los amigos, las novias, el amor el desamor, el trabajo, la hipoteca, los nietos…..
-Ahora me acuerdo constantemente de ella, porque es verdad. Les queremos tanto que siempre nos intranquilizamos por si algo les pasa.
-Nos preocupamos, porque pensamos que la vida a veces es difícil, y nos da miedo que les hagan daño.
-No importa que nuestros hijos sean hombres y mujeres con una vida resuelta, que tengan hijos, porque para nosotros siguen siendo nuestros hijos.
- Nos enorgullecen sus logros profesionales, lo mismo que aquellos primeros dibujos del día de la madre, y nos asusta que les pase algo, lo mismo que cuando su padre les quitaba los ruedines de la bici y les empujaba cuesta abajo ante nuestra indignación por su temeridad.
-Creo que nos han crecido de repente, y nos parece que siempre hay algo que podríamos hacer por ellos, cuando seguramente es más probable que a estas alturas de la vida, ya lo puedan hacer ellos por nosotros.
-Hoy estoy melancólica, y pienso que lo que más deseo para ellos, es que elijan bien en su búsqueda de la felicidad, y que disfruten la vida.
-Que no tengan tantas responsabilidades ni que trabajen tanto que les impida vivir cada día disfrutando de las cosas pequeñas, y sobre todo, que les quieran, que vean en ellos esas cosas que veo yo cada vez que les miro.
-Los nietos ,también te preocupan muchísimo y les adoras, pero es distinto, porque en primera línea están sus padres que son los que deciden.