Hoy hemos ido a conocer Biarritz. Es un precioso pueblo costero del País Vasco Francés que antaño fue el lugar favorito de veraneo de la aristocracia europea y posteriormente de los millonarios británicos. Actualmente, atrae a visitantes de todo el mundo por sus preciosas playas, sus casinos, y sus zonas para practicar el surf, pues es el primer lugar surfero de Europa, y acoge a todos los campeonatos internacionales.
-Hemos paseado por la playa, que es pequeña para los miles de bañistas que hay. Tiene una fila de tiendas preciosas con rayas, hechas con toldos y telas, como las del desierto, pero aunque se alquilan, hay poquísimas, por lo que la mayoría de la gente que no puede alquilar una, lleva grandes pamelas o sombreros, lo que hace que se respire un aire elegante y antiguo. La playa está en el centro de Biarritz, y al final, a la derecha están las escaleras que comunican con el “Hotel du Palais” (antigua residencia de verano de Napoleón .) Las vistas son magníficas, el faro, la montaña, y las peñas que tiene delante a modo de islotes, hacen que parezca que estás en un paisaje de película. Todos los edificios en general son señoriales, y los nuevos están hechos de manera que no se pierda la armonía, incluso en uno moderno grande con soportales que está casi enfrente del Casino.
-Las tiendas son muy elegantes Hermés, Chanel , Dolce & Gavanna, hasta hay una sucursal de las parisinas “Galerias Lafayette”.
-Las calles están absolutamente invadidas por las terrazas, todas llenas donde se come de maravilla a un precio carísimo, pero hay que pensar que estás en Biarritz y en agosto.
-La gente que pasea, te recuerda a las películas de Gary Grant de la Costa azul, y a la gente “guapa “ de Ibiza que acaba de bajar del barco. ¡Es todo un espectáculo, sentarte en una terraza a tomarte una copa de helado a las 5, y a mirar! Es la hora de la vuelta a casa de los que tienen que descansar para volver a salir. Después fuimos a admirar la preciosa escultura de acero inoxidable del artista catalán Jaume Plensa Un hombre enorme en postura casi fetal, formado por letras mayúsculas con el interior hueco.
- Intenta representar “La fragilidad del alma” protegida por la materia y la del agua a la que mira “un bien escaso. Explica el autor que las letras son una metáfora, porque solas no significan nada, pero juntas forman palabras. Sea lo que sea es preciosa, y como está en una especie de mirador sobre el mar impresiona…….También hay una enorme escultura de Oleiza que yo no critico porque no la entiendo………
-Se puede dar una vuelta en un pequeño tren, y así ver de una ojeada todo Biarritz, incluyendo algún campo de golf, pues tiene 10 en apenas 30 Km, que están llenos todo el año, puesto que la suavidad de su clima les permite mantenerlos abiertos todo el año.
-Terminamos nuestra visita dando una vuelta por el puerto, el faro y la zona de los pescadores, y nos volvimos cansadísimos a San Sebastián…..
-Hemos paseado por la playa, que es pequeña para los miles de bañistas que hay. Tiene una fila de tiendas preciosas con rayas, hechas con toldos y telas, como las del desierto, pero aunque se alquilan, hay poquísimas, por lo que la mayoría de la gente que no puede alquilar una, lleva grandes pamelas o sombreros, lo que hace que se respire un aire elegante y antiguo. La playa está en el centro de Biarritz, y al final, a la derecha están las escaleras que comunican con el “Hotel du Palais” (antigua residencia de verano de Napoleón .) Las vistas son magníficas, el faro, la montaña, y las peñas que tiene delante a modo de islotes, hacen que parezca que estás en un paisaje de película. Todos los edificios en general son señoriales, y los nuevos están hechos de manera que no se pierda la armonía, incluso en uno moderno grande con soportales que está casi enfrente del Casino.
-Las tiendas son muy elegantes Hermés, Chanel , Dolce & Gavanna, hasta hay una sucursal de las parisinas “Galerias Lafayette”.
-Las calles están absolutamente invadidas por las terrazas, todas llenas donde se come de maravilla a un precio carísimo, pero hay que pensar que estás en Biarritz y en agosto.
-La gente que pasea, te recuerda a las películas de Gary Grant de la Costa azul, y a la gente “guapa “ de Ibiza que acaba de bajar del barco. ¡Es todo un espectáculo, sentarte en una terraza a tomarte una copa de helado a las 5, y a mirar! Es la hora de la vuelta a casa de los que tienen que descansar para volver a salir. Después fuimos a admirar la preciosa escultura de acero inoxidable del artista catalán Jaume Plensa Un hombre enorme en postura casi fetal, formado por letras mayúsculas con el interior hueco.
- Intenta representar “La fragilidad del alma” protegida por la materia y la del agua a la que mira “un bien escaso. Explica el autor que las letras son una metáfora, porque solas no significan nada, pero juntas forman palabras. Sea lo que sea es preciosa, y como está en una especie de mirador sobre el mar impresiona…….También hay una enorme escultura de Oleiza que yo no critico porque no la entiendo………
-Se puede dar una vuelta en un pequeño tren, y así ver de una ojeada todo Biarritz, incluyendo algún campo de golf, pues tiene 10 en apenas 30 Km, que están llenos todo el año, puesto que la suavidad de su clima les permite mantenerlos abiertos todo el año.
-Terminamos nuestra visita dando una vuelta por el puerto, el faro y la zona de los pescadores, y nos volvimos cansadísimos a San Sebastián…..
