Esta mañana hemos estado en la playa de la Concha, y hemos podido alquilar un toldo .¡Milagro!. Lo gracioso de estos toldos, es que son horizontales, y debajo te ponen 3 sillas de tijera….. Me recordaba a las fotos de mi abuelita en Laredo antes de la guerra. Pero ha sido estupendo no tener que estar a pleno sol.
-Hoy la marea estaba baja y hemos ido paseando hasta la playa de “Ondarreta” que estos días atrás no se podía pasar por la playa. Hemos tomado un aperitivo en un chiringuito, y nos hemos entretenido mirando a la gente.
-Los donostiarras son muy clásicos en sus costumbres. La mayoría de las personas van arreglados a la playa, como si fueran de paseo, y una vez allí se quedan en bañador, sacan su toalla (que muchas veces es un pareo,) y se tumban a pleno sol. Al llegar la hora de irse, se vuelven a vestir de punta en blanco y aquí no ha pasado nada….. Al principio pensamos que a lo mejor se iban a trabajar desde la playa sin pasar por casa, pero esto mismo lo hacen señoras y señores con edad de jubilación. Es divertido ver lo distintas que somos las personas . Yo, para ir a la playa me visto de playa. Hoy me he puesto un traje ibicenco blanco largo, y si estoy en Tenerife voy con un simple pareo…
-Por la tarde hemos ido a ver la catedral de San Sebastián que es de estilo neogótico, y se ve claramente que está inspirada en la catedral de París “Notre Dame”. La terminaron de hacer en 1899. Y tiene unas vidrieras preciosas que representan a los 12 apóstoles, y los dos rosetones que cierran el crucero imitan claramente a los rosetones de Notre Dame.
-Luego hemos estado recorriendo tiendas, por el centro y las calles peatonales. Las tiendas de firmas son las mismas en Madrid, en París, en San Sebastián o en Biarritz, pero las boutiques normales, me han parecido bastante más caras que las de Madrid, por lo menos en rebajas, hay preciosas tiendas de ropa de niños, los vascos siempre han tenido fama de vestir muy bien especialmente a los niños pequeños.
-Al final hemos acabado en la parte vieja, para despedirnos de los pinchos. Todos los bares estaban atestados de familias, pues aquí salen las familias en bloque, otra de las cosas que me encanta ver, cualquier familia va con los abuelos, y en los cafés y en las heladerías, las mesas están llenas de señoras mayores con amigas. Esas mismas señoras que en Madrid van del brazo de una cuidadora arrastrando los pies. Creo que esto es algo emocional, aquí se sienten parte de algo, y a lo mejor en Madrid, por lo que sea; sienten que están sobrando, o que no son capaces de estar solas…no lo sé y no me voy a poner a defender ni a atacar sin tener datos contrastados, el caso es que da gusto ver a las señoras mayores arregladísimas y de palique con sus amigas. ¡Ojalá cunda el ejemplo!.
-Hoy la marea estaba baja y hemos ido paseando hasta la playa de “Ondarreta” que estos días atrás no se podía pasar por la playa. Hemos tomado un aperitivo en un chiringuito, y nos hemos entretenido mirando a la gente.
-Los donostiarras son muy clásicos en sus costumbres. La mayoría de las personas van arreglados a la playa, como si fueran de paseo, y una vez allí se quedan en bañador, sacan su toalla (que muchas veces es un pareo,) y se tumban a pleno sol. Al llegar la hora de irse, se vuelven a vestir de punta en blanco y aquí no ha pasado nada….. Al principio pensamos que a lo mejor se iban a trabajar desde la playa sin pasar por casa, pero esto mismo lo hacen señoras y señores con edad de jubilación. Es divertido ver lo distintas que somos las personas . Yo, para ir a la playa me visto de playa. Hoy me he puesto un traje ibicenco blanco largo, y si estoy en Tenerife voy con un simple pareo…
-Por la tarde hemos ido a ver la catedral de San Sebastián que es de estilo neogótico, y se ve claramente que está inspirada en la catedral de París “Notre Dame”. La terminaron de hacer en 1899. Y tiene unas vidrieras preciosas que representan a los 12 apóstoles, y los dos rosetones que cierran el crucero imitan claramente a los rosetones de Notre Dame.
-Luego hemos estado recorriendo tiendas, por el centro y las calles peatonales. Las tiendas de firmas son las mismas en Madrid, en París, en San Sebastián o en Biarritz, pero las boutiques normales, me han parecido bastante más caras que las de Madrid, por lo menos en rebajas, hay preciosas tiendas de ropa de niños, los vascos siempre han tenido fama de vestir muy bien especialmente a los niños pequeños.
-Al final hemos acabado en la parte vieja, para despedirnos de los pinchos. Todos los bares estaban atestados de familias, pues aquí salen las familias en bloque, otra de las cosas que me encanta ver, cualquier familia va con los abuelos, y en los cafés y en las heladerías, las mesas están llenas de señoras mayores con amigas. Esas mismas señoras que en Madrid van del brazo de una cuidadora arrastrando los pies. Creo que esto es algo emocional, aquí se sienten parte de algo, y a lo mejor en Madrid, por lo que sea; sienten que están sobrando, o que no son capaces de estar solas…no lo sé y no me voy a poner a defender ni a atacar sin tener datos contrastados, el caso es que da gusto ver a las señoras mayores arregladísimas y de palique con sus amigas. ¡Ojalá cunda el ejemplo!.
