-Un grupo de amigas francesas, me han pedido que
les hable un poco de la expresión facial, porque les ha gustado mucho, una entrada mía de enero de 2013, titulada "El lenguaje corporal.
-Acepto encantada, y les contaré de manera sencilla unos pequeños trucos para leer el lenguaje corporal propio y el ajeno.
-La cara es la zona más expresiva de nuestro
cuerpo. A través de la expresión, podemos reflejar muy claramente nuestro
estado de ánimo, y las personas que se fijen atentamente podrán darse cuenta
con facilidad.
-Reflejamos en nuestra cara, si estamos tristes,
alegres, sorprendidos, aburridos, enfadados…etc.
-Cuando estamos sorprendidos, abrimos muchísimo
los ojos, levantando las cejas.
-Cuando estamos contentos y alegres, nos reímos
con la boca abierta, y tenemos los ojos brillantes.
-La tristeza que sentimos se nota
inmediatamente, porque tenemos las comisuras de los labios hacia abajo.
-El miedo, nos hace mirar disimuladamente hacia
los lados.
-Cuando estamos enfadados, fruncimos el
entrecejo, pero si estamos auténticamente indignados, nuestra mirada es muy
dura, tenemos los ojos entrecerrados, y en nuestros labios se marca un rictus
despectivo.
Nuestra cara será siempre el principal punto de
referencia; por eso, cuando hablamos con otras personas, si nos descuidamos adivinarán como nos sentimos.
-En una conversación, mientras nos está hablando
otra persona, nuestra cara puede darle una pista clara , de lo que nos parece
su conversación.
-Si atendemos a sus palabras con actitud amable, estamos
sonrientes, e incluso afirmamos con la cabeza, nuestra actitud cálida, dirá que
nos gusta, que estamos encantados.
-En cambio, si mientras el otro habla, tenemos
la cara seria, la mirada huidiza, estamos en una postura forzada, con la cabeza
hacia delante indicando agresividad, o hacia atrás, indicando deseo de retirada,
no sonreímos y ponemos cara de póker, sabrá que queremos irnos, que no nos ha
gustado nada.
-Existe un pequeño truco para engañar a nuestro
subconsciente y cambiar casi en un momento de actitud, que es sonreir.
- Si sonreímos aunque sea de manera forzada, acabaremos estando alegres, ya que el rictus de la alegría, es totalmente incompatible con la tristeza y el enfado.
- Si sonreímos aunque sea de manera forzada, acabaremos estando alegres, ya que el rictus de la alegría, es totalmente incompatible con la tristeza y el enfado.
-La doctora Ida Rolf, mantiene que nuestra
actitud mental, siempre se refleja en nuestra actitud corporal.
-Una persona deprimida, si no pone remedio,
cambiará su cara, y, muy pronto acabará reflejándose en su cuerpo, pero la
buena noticia es que si queremos, podremos modificarlo.
- Podemos cambiar no solo la expresión de nuestro rostro, sino también
la postura de nuestro cuerpo; los brazos y las piernas cruzadas, son un síntoma
claro de depresión, de encerrarse en uno mismo, pues, si tendemos a estar así,
procuraremos descruzar las piernas, y abrir los brazos, con lo que nuestro estado
de ánimo mejorará poco a poco.
-Para terminar una cosa muy curiosa. Cuando
hablamos con alguien que nos gusta mucho, tendemos instintivamente a copiar sus
gestos, sus posturas,y, nuestro cuerpo, se inclina hacia esa persona.
-Buenas noches