Tenemos que estar alerta a las oportunidades que la vida nos presenta
cada día, y agradecerlas.
-Hay días lluviosos, que se prestan más a la
introspección, en esos días, solemos hacer balance de nuestra vida y entonces
nos damos cuenta de la cantidad de oportunidades que la vida nos ha presentado,
sin que nosotros hiciéramos caso de ninguna de ellas…..
-El miedo al cambio, es algo que nos hace
ponernos en situación de peligro. Se nos dispara la adrenalina, lo mismo que si estuviéramos en un grave peligro y necesitáramos ayuda extra para salir corriendo.
- Echamos la llave detrás de nosotros, porque nos asusta salir de nuestro pequeño Universo, porque en él, nos sentimos cómodos y seguros.
-Tenemos que darnos cuenta de que si nos
quedamos paralizados por la duda, perderemos la oportunidad.
-Deberemos recordar la frase de Albert Einstein: "Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo"
-Deberemos recordar la frase de Albert Einstein: "Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo"
- A veces creemos
que esas oportunidades son solo dificultades y ni siquiera las consideramos, nos resulta mucho más cómodo pasar página y pensar en la mala suerte que tenemos..
-El futuro es algo que nosotros fabricamos en el
presente, así que si nos ofrecen algo que nos gustaría tener en el futuro, lo
cogeremos ahora mismo.
-Cada mañana, al levantarnos, nos duchamos y nos
arreglamos para estar más guapos y con
mejor aspecto, pero nunca lavamos ni arreglamos nuestros pensamientos.
-Mañana, en cuanto nos despertemos, escucharemos buena música que nos alegre el alma, nos haremos un pequeño lavado de ideas y
pensamientos, y rechazaremos aquellos otros que nos paralizan, no nos dejan
crecer, y solo sirven para molestarnos.
-Si no nos acostumbramos a agradecer las cosas,
y a valorarlas, nunca nos encontraremos satisfechos con las que logremos.
-Así que cada noche, pasaremos revista a lo que
hemos hecho durante el día, y cuando veamos claramente que este o aquel pensamiento
ha sido el que nos ha paralizado evitándonos actuar adecuadamente, lo tiraremos
a la basura y no lo dejaremos volver a entrar en nuestra cabeza.
-Hay que aprender a ser felices, porque a ser
feliz también se puede aprender.
-Si nos decidimos a hacer un inventario de todas
las cosas que hemos recibido y que cada día nos siguen llegando, empezaremos a
valorar muchísimo más nuestra vida, y la programaremos de una manera más
generosa y optimista que nos ayude a ser felices.