Acabo de volver del funeral de mi querida amiga Irene, y
estoy muy triste. Le he dicho a su hija Ana Mari, que cuando se acuerde de
ella, la rece y la hable, pero que no la pida que vuelva ni la reproche
por haberla dejado tan sola. Irene la adoraba, y la alegrará saber que sus niños son felices, y ahora ella,
merece descansar en paz.
Ana Mari ha dedicado conteniendo los sollozos una
preciosa carta a su madre, recordándola y queriéndola, y su padre y marido,
también la ha dedicado unas palabras muy cariñosas.
- Aitor, no ha podido estar físicamente porque su trabajo
le obliga a estar en Alemania, pero su espíritu nos ha acompañado .
-Irene habló conmigo muchas veces, pero los últimos días
estaba muy cansada; creo que no podía mas, quizás era su momento de dejar de
sufrir y descansar de tanto dolor….
Hay que dejarlos ir. Somos creyentes, nos consta
que estamos aquí de paso, y que allá arriba tendremos un sitio mejor. Yo
creo que la estarían esperando sus padres , sus abuelos, y tanta gente que la
quería, que se marcharon antes que ella.
-De todas formas las rachas malas, los disgustos, las
decepciones, las tristezas, parece que se encadenan, y te rodean y te hieren,
por eso acabo de decidir que haré una limpieza mental, tirando todo lo malo,
todo lo que no me aporte nada y no me haga mejor persona.
-Rezaré por Irene como llevo haciendo durante estos años
que pasó de calvario, y daré gracias a Dios por haberla conocido, por haberme enseñado
tanta psicología práctica, por haber tenido el privilegio de ser su amiga, por
quererme, por ayudarme, por aconsejarme, y por tantas risas, tantas
confidencias, y tantos buenos ratos como pasamos juntas.
-Perdonaremos a los que nos hicieron daño con su negatividad,
porque son personas que no dan más de sí, porque no tienen esa serie de
virtudes con las que les hemos adornado
al creer que eran nuestros amigos.
-Haremos caso al sentido común de Irene que decía que no debemos perder nuestro tiempo con
alguien que no nos quiere, así que cerraremos los círculos que ya no sirven, y
los dejaremos enterrados en un pasado que no queremos recordar.
-Cada día es una nueva oportunidad de mejorar, así que hoy
es el primer día de mi prometedor futuro.
-¡Descansa en paz Irene!