"SI NO TIENES LO QUE TE GUSTA, HAZ QUE TE GUSTE LO QUE TIENES"
De tí depende que tu vida sea feliz,debes escoger tus ingredientes.


jueves, 12 de julio de 2012

"Madre"









Me ha mandado mi sobrina Gema una foto de una madre con unas frases que me han emocionada, y también me han hecho reflexionar sobre la importancia de una madre.

-Es duro saber que muchas veces te das cuenta del valor de las personas  cuando te distancias un poco, pero las que nos hemos distanciado tanto porque ya no están aquí, aunque sepamos que nos ven y que nos siguen cuidando, creo que somos las únicas que sabemos lo que verdaderamente  significa tu madre.

-Cuando yo me casé, todas nos casábamos tan jóvenes que al quedarnos embarazadas, no teníamos ni idea de lo que se nos venía encima……

-De pronto, nos vimos en el paritorio con un bebé chiquitito y arrugado, llorando  de la emoción, y esto solamente es el comienzo……

-Mi madre era  toda alegría y positividad; por eso me extrañó muchísimo lo que  me dijo al llegar a la Clínica de Loreto a vernos:

-¡Paloma, ya se te ha acabado la tranquilidad!; yo la miré escandalizada porque me pareció un comentario de lo más inapropiado, pero cuantas veces me acuerdo de esa frase y pienso que ¡Qué razón tenía!.

- Mi primer hijo Daniel, era tan precioso que no paraba en la habitación, porque la monjita  se lo llevaba cada rato para enseñárselo a las madres que tenían dolores y estaban empezando a desanimarse (en aquella época, no había anestesia epidural, y las chicas que estaban con los dolores de parto, al  ver a mi bebé tan precioso las animaba a seguir aguantando).

-A partir de entonces, llantos, malas noches, preocupaciones, pero lo único que contaba era la primera sonrisa,  porque los bebés sonríen a su madre de una manera  tan especial que solo lo sabemos las madres.

-Los psicólogos dicen que te ven como nutridora., protectora y solucionadora de problemas, pero yo creo que eso se resume en una palabra los bebés sienten el amor de su madre y lo respiran.

-La vida, se vuelve resplandeciente como si hubieran soplado sobre nosotros  pequeñas estrellas.

-Empiezan  a hablar siempre diciendo papá, porque es la primera palabra que aprenden , y cuando tu marido se muestra orgulloso, tu en secreto piensas que es tan pequeño que se ha hecho un lío, pero que en realidad te llama a ti.

-Enseguida llega la guardería, y luego el parvulario.

-Las miles de horas en el parque vigilando que no le peguen, y que él no muerda.

-El colegio, las notas, los cumpleaños, el bachillerato, las novias los amores, los desamores…..

-Ya empiezan a decirte que es su vida, y que no te metas, y tú te callas y te tragas las lágrimas, y piensas que” son cosas de la edad”, pero si les llegan a romper el corazón, solo tú podrás consolarles recogiendo los trozos.

-Cuando corre la noche, y estás desvelada mientras tu marido duerme profundamente después de decirte:

-“¡Mujer, no te preocupes, se estarán divirtiendo!”.... y no llegan de la discoteca, las reuniones de amigos, o de donde quiera que estén, y empiezas a llamar a madres de amigos que están tan preocupadas como tú, y ellos a la mañana siguiente se espantan de que te hayas atrevido…..y te dicen que no seas histérica que ya son mayores…….

- Ahora resulta que tienen su propia vida, pero es curioso que te siguen alegrando sus alegrías más que las tuyas, y tú les puedes criticar pero no consientes que ni siquiera tu marido que es su padre se atreva a decir nada de ellos, porque te duele el alma al oírle.

-Les llamas para que se abriguen en invierno y en verano te preocupa el aire acondicionado, y no te importa que cumplan años, porque para ti, siguen siendo tus niños.

-Te preocupa si hablan poco, y que estén cansados, y sigues pensando que  no comen adecuadamente.

-Por eso, os digo a los que tenéis la suerte de tener madre que nadie, nadie en este mundo os querrá de la misma  manera, porque  vuestros triunfos son un gran orgullo para ella, y vuestros  disgustos  son mucho más grandes para ella que los suyos propios.

-Solo una madre es capaz de querer a sus hijos más que a su propia vida.
-¡Nunca lo dudéis!