"Ültimo Día en París: Vuelta a Madrid"

 Esta mañana nos hemos levantado prontito, hemos lavado la ropa de cama en casa y hemos bajado a la lavandería  para meterla en la secadora que tienen tan potente que deja la ropa completamente seca.

- Mientras se secaba (20 minutos), nos hemos sentado en el café de París que está en la esquina de nuestra casa y junto a la lavandería, pues hacía un día radiante.

-En París, la gente se sienta en las terrazas a mirar a la gente que pasa, no es como en Madrid que hacemos corrillos charlando como si estuviésemos en casa.

-Luego, hemos subido a  casa,   hemos terminado de organizar todo y de hacer las maletas y nos hemos ido a dar un paseíto de despedida por las orillas del Sena, que estaban llenas de patos y de palomas, acompañados de bañistas en ropa interior o en bikini.

-Por fin los parisinos,  parece que van a poder disfrutar de su playita, porque  la tienen instalada desde el 19 de julio, y suelen quitarla el 19 de agosto, pero como este año, el sol ha brillado poco, creo que ahora van a hacer jornada intensiva, para amortizar el tremendo esfuerzo que hacen cada año, echando dos mil toneladas  de arena fina, más de 50 palmeras, duchas al aire libre a lo largo de 4 kilómetros, con cientos de , sombrillas, vendedores de helados,  cómodas tumbonas donde tomar el sol, y salvavidas por si alguien no sabe nadar o tiene algún problema.

-También se organizan divertidos concursos de voleibol- playa.

-Entre los puentes de Marie y de Sully, han puesto una enorme piscina de agua azul de más de 200 metros cuadrados. Además todas las actividades culturales son gratuitas para que la gente se anime a participar…..

-Por la tarde, hemos cogido un taxi y hemos ido al aeropuerto Charles Degaulle, que ha tardado tres cuartos de hora en llegar, porque había bastante tráfico, pero nada más llegar nos hemos encontrado con unos carteles muy simbólicos que nos han alegrado la tarde..

Es precioso saber que tenemos prioridad en el cielo ¿a que si?.

-Hemos pasado la aduana, y después nos hemos despedido de París con un café au lait en taza grande y lleno de espuma, y con un exquisito croissant que no se parece a los que tomamos aquí en España, quizás porque como dice una amiga mía tienen un kilo de mantequilla.

-El vuelo ha sido muy agradable, mi marido se lo ha pasado escuchando Podcast de historia, yo haciendo sudokus y Gema viendo revistas de arte.

Fijaros que sol tan perfecto está luciendo por detrás de las nubes

-De vez en cuando mirábamos por la ventanilla para ver como el sol luce radiante encima de las nubes, porque aunque creamos muchas veces que todo está perdido, debemos recordar que por muy mal que se presenten las cosas, el sol siempre luce detrás de las nubes, o sea que siempre se podrán solucionar nuestros problemas de la mejor manera posible.

-Al bajar del avión en Barajas, me he sentido en mi casa.
- ¡Me encanta Madrid!