Cuando tenemos nuestras necesidades cubiertas,
invertir en los demás, ser generoso y hacerles felices, hace que también nosotros seamos más felices.
-Mucha gente cree que su dinero solo debe ser
para ellos y para su familia, pero cuando aprenden a ser generosos y a compartir
sus riquezas con otras personas menos afortunadas, comprueban que se sienten
mucho mejor después de hacerlo.
-El altruismo es la virtud por la cual
beneficiar a otros, es prioritario, y las personas altruistas son las que
intentan hacer felices a los demás, y con ello, ellas también son mucho más
felices.
-Michael Norton, el famoso profesor de
Administración de Empresas de la Universidad de Harvard, gran psicólogo e investigador del altruismo, autor de “Happy
Money”, habla con Eduardo Punset, de un experimento que hicieron para demostrar esta teoría :
- Entregaron a varios participantes un sobre con
dinero e instrucciones sobre cómo debían emplear ese dinero.
-Los que tenían el sobre con la letra A, debían
gastar el dinero en ellos mismos a lo largo del día, podían comprarse cosas,
darse un masaje, sesión de belleza, lo que quisiera…..
-Los del grupo B, solo podían gastarlo en otras
personas.
-Al finalizar el día, los investigadores, les
preguntaron acerca de su experiencia.
-Los del grupo B, que había gastado el dinero en
comprar cosas a otros, confesaron que se sentían mucho más felices que por la
mañana.
-Los del grupo A, en cambio, se sentían igual,
nada había cambiado para ellos.
-Hicieron el experimento con más dinero, y el
resultado siempre es el mismo.
-Tampoco cambia el resultado si se hace en
países pobres en vez de ricos.
-Si una mujer gasta el dinero en Canadá en hacer
un regalo, y otra en Uganda , se lo da a una madre para que salve a su hijo de
la malaria, pues la sensación es igual, porque lo que importa no es en que se
gasta, sino el hecho de hacerlo en los demás.
-La conclusión a la que llegaron fue muy
sencilla: No hay que hacer nada extraordinario para sentirnos felices,
simplemente compartir lo que tenemos con los demás.
-También han comprobado que los grupos que mejor
funcionan son los que más comparten, ya sean equipos deportivos, grupos
profesionales o académicos.
-Las personas miserables, las que no comparten,
sienten más vergüenza, segregan más cortisol,
y es mucho más probable que tengan problemas de salud.
-Compartir dinero también nos hace más felices y
se maximiza el contacto social, porque se logra aumentar el vínculo emocional
con los otros, y el que lo recibe de la mano de otro, también se siente mucho
más feliz que si se lo dan de forma anónima.
-Compartir, es una de las cosas que más refuerza
el sentimiento de grupo, y este tipo de conductas son contagiosas.
-Buenas noches.