-Ha entrado como dos exhalaciones y han cogido
cada uno su paquete de debajo del árbol, y se han dado cuenta de que los renos
se habían bebido todo el agua que les pusimos, y que también faltaban dulces de
la bandeja del salón que le preparamos anoche por si después de tanto viajar,
le apetecía a Sta Claus un dulce de Navidad.
-Al abrir los paquetes, se quedaron pasmados, porque
les habían traído: a Alvaro, un pajarito parlanchín que cuando le acaricias
canta, y a Natalia, dos búhos ( madre y
bebé) con su jaula con columpio que hace lo mismo.
-Los niños llenan las casa de alegría, porque
todo les divierte y les sorprende, y solamente con oír repetir a sus pajaritos
las tonterías que ellos decían, se reían como si fuera la cosa más graciosa del
mundo, lo mismo que cuando repetían sus nombres, o se ponían a piar con
diferentes tonos.
-Cuando se han marchado, nos hemos puesto a
comer nosotros 4 , y la casa parecía que de golpe se había quedado vacía.
-Mañana van a venir desde por la mañana y se van
a quedar a dormir, así que aprovecharemos para escuchar villancicos que les
encantan, y pasaremos un día muy divertido.
-Tenemos que aprovechar que aún son pequeños ,
porque mi amiga Elisa , nos contó el otro día que sus nietos que son
cariñosísimos y encantadores, ya han crecido mucho, y como están en esa edad
pre- adolescente, lo que prefieren es mandarse Whatts App con sus amigos, y ya
no les apetece cocinar con su abuela.
Buenas noches.