Borges dijo poco antes de morirse: “He cometido
el peor pecado que se pueda cometer : no he sido feliz”.
-Impresiona saber que uno de los autores más
destacados de la literatura del siglo XX, que publicó ensayos, poemas, cuentos
breves…..etc, se murió con la pena de no haber sido feliz.
-Siendo felices, según afirman los modernos
sabios llamados neurocientíficos, estaremos mucho más sanos, porque la
felicidad es la mejor medicina para la salud.
-Cuando somos felices, no podemos estar
deprimidos, ni tener estrés, ni enfermar de anorexia( je, je).
-Las personas infelices en cambio, contraen
fácilmente depresión, insomnio, les sube la tensión, el nivel de colesterol
malo, por no decir la cantidad de problemas psicológicos que les afectan.
-El
optimismo afecta al sistema nervioso, neuroendocrino, e inmunológico,
por lo que las personas felices, reforzarán su sistema inmunológico,
disminuyendo las posibilidades de ponerse malos.
-Todos tenemos momentos bajos, no tenemos más
remedios que admitir que a veces nos van a surgir dificultades y problemas, y
que en esos momentos no vamos a ser felices, pero eso es algo que sabemos y que
entra dentro de la normalidad de la vida cotidiana.
-Lo importante es que sepamos gestionar las
emociones en su justa medida ; porque tan malo es obligarnos a estar siempre
contentos, como insistir en estar tristes y apesadumbrados diariamente.
-Creo que lo más sano para poder alcanzar un
equilibrio perfecto es tener ilusiones que respondan a motivaciones intrínsecas, personales,
propias y profundas de cada uno, que te hacen sentirte “tu mismo”.
-Los que hemos tenido modelos familiares de
felicidad , lo tenemos más fácil, pero todo el mundo puede aprender , ya que a
ser feliz se aprende siéndolo.